El número de los necios parece seguir siendo infinito

El título hace referencia, como se puede imaginar al libro del Eclesiastés ("Infinitus est stultorum numerus"), que como afirmación bíblica yo me la creo, pero que además es de las que cuesta poco creer. Y la consecuencia es inmediata: Si hay tantos en algún sitio tienen que estar. Pues vaya que si están y, por desgracia, a veces se les nota a la legua, en vez de disimular su condición o procurar que se enteren los menos posibles. Esta introducción un poco mordaz es para comentar un hecho que define al que lo ha protagonizado, y que se enmarca en un ámbito del que te puedes esperar de todo: La feria de arte contemporáneo ARCO, que se lleva a cabo estos días en Madrid.

Recuerdo hace un par de años a Fernándo Sánchez Dragó, que no es santo de mi devoción, pero que a veces dice cosas con patente sentido común, poniendo a caldo a dicha feria en un programa de televisión, diciendo que en general no valía nada y que se presentaba como arte las cosas más horrorosas que uno se podía imaginar, pero que si se quería ser progre había que llamar arte a eso que con el arte tenía muy poco que ver. Me llamó mucho la atención la crítica fortísima que hizo dicho escritor a la susodicha feria, pues reflejaba perfectamente la idea que yo me había hecho acerca de una buena parte del arte contemporáneo y concretamente de casi todo lo que presentan en ARCO.

Pero este año, alguno de los "artistas" de la feria ha rizado el rizo: Ha conseguido mezclar el mal gusto con el sentimiento antirreligioso y con la estupidez. Y el resultado ha sido una serie de esculturas que han enfadado a musulmanes, cristianos y a judíos. Del mal gusto, cada uno puede juzgar viendo las fotos de las estatuas. Del sentido antirreligiosos no hace falta ni juzgar, pues es evidente. Pero la estupidez os la explico yo.

En este mundo te puedes burlar de los cristianos, pues normalmente no te va a pasar nada, es más, los medios de comunicación probablemente te apoyen. Críticas variadas, pero poco más, pues los cristianos perdonamos y ahí queda la cosa. Con los musulmanes hay que tener ya más cuidado, pues si les da la vena violenta te pueden montar una buena. Pero lo que demuestra la necedad del artista es el meterse de modo especial con los judíos, que nunca perdonan y siempre te montan una buena, aunque sólo sea con la diplomacia y los medios de comunicación.

Pues este buen señor ha querido enfadar a todos y ha conseguido, sobre todo, las iras de los judíos, que no han ahorrado críticas de "antisemitismo", palabra mágica para proscribir a cualquiera en cualquier parte del planeta. Los musulmanes de España creo que no se han enterado mucho, no deben ir a estas ferias de arte, y los cristianos, ya se sabe, algunos hablan y otros se callan. Pero los judíos españoles han protestado y han salido en la tele, cosa que si lo hacemos los cristianos salimos en la Cope y poco más, pero a ellos la prensa les respeta bastante. Si no te gustan las religiones, por lo menos no te metas con aquellos que te la pueden jurar y no van a ahorrarse medios de comunicación para ponerte a caldo. Pero ser antirreligioso e inteligente, como se puede ver, no tienen porqué ir juntos

Por otra parte, la necedad del susodicho "artista" se ha mostrado más a las claras en la explicación que ha dado de su arte: El tipo se ha justificado diciendo que sólo ha reflejado la realidad del conflicto actual entre las religiones, y se ha quedado tan fresco. Se debe imaginar que el Papa y el Dalai Lama se tiran de los pelos o el rabino jefe de Nueva York le escupe al Cardenal de dicha ciudad cuando coinciden en una reunión. Nada más lejano a la realidad. Todos sabemos que la mayoría de los "conflictos religiosos" del mundo en realidad son conflictos económicos, aunque parace que algunos progres no se han enterado".

Concretamente, el que hay entre judíos y palestinos es cuestión de tierras y de dinero, y lo mismo se puede decir de otros muchos. La guerra de Irak, la de Afganistan, la ya concluida de Kosovo, las que puede haber en Africa, etc... son siempre por problemas de poder, tierras, petroleo, dinero, etc. El factor religioso nunca es principal, aunque muchas veces se magnifica para ocultar las verdaderas razones. Pues nada, erre que erre viendo guerras y conflictos religiosos por todos lados, como si no se estuviese haciendo tanto hoy en día como Benedicto XVI (como ya hizo en su día Juan Pablo II) y los líderes de las grandes religiones, hacen por la paz y el entendimiento entre los creyentes del mundo. Desde luego no hay peor ciego que el que no quiere ver. O quizás no sea ceguera, sino lo que ya hace muchos siglo dijo el libro del Eclesiastés