Episcopados enteros -y numerosos obispos a título individual- defienden la bendición de parejas del mismo sexo incluso con ceremonias litúrgicas específicas. Grupos organizados de católicos como Misión Arcoiris buscan el reconocimiento por la Iglesia de su condición LGBTIQ+ como querida por Dios, incluso con rechazo explícito de la castidad. Hay personajes de gran relevancia, como el padre James Martin, S.I., que entablan un diálogo permanente con esos 'colectivos' para cambiar su 'acogida' en la Iglesia.

Todo ello suscita algunas cuestiones que exigen respuesta. ¿Cómo se debe acoger a las personas con tendencia homosexual y transexual dentro de la Iglesia? ¿Qué dicen al respecto  las Sagradas Escrituras, la Tradición y el Magisterio, expresado en el Catecismo? ¿Deben todos ellos cambiar en función de las nuevas tendencias y las ideologías dominantes?

Un instrumento muy útil para conocer el estado de la cuestión

La periodista Marta Sanz Lovaine hace una gran aportación a este debate con la objetividad de quien pone un micrófono y deja que las personas hablen. Tras muchos años como responsable de la sección de Sanidad de Antena 3 TV y luego como productora de televisión temática en el ámbito científico, en los últimos años ha producido con Mediasalud Comunicación reportajes que buscan aproximarse a este tipo de realidades sin temor a la corrección política, solo buscando la verdad: basta recordar Camino abierto y Transformados.

En la misma línea, este miércoles ha estrenado El deseo de Dios (verlo abajo en su integridad), donde comparten su testimonio personas que se definen como LGBTQI+ y difunden su ideología y personas que vivieron ese tipo de vida y lo han cambiado, así como expertos que aportan el punto de vista científico; y expresan su opinión teólogos que consideran cancelado todo reproche bíblico a los actos homosexuales y teólogos que entienden las Sagradas Escrituras como una luz intemporal que no debe estar sujeta a las modas pasajeras.

Testigos y expertos

Salvo algunas breves intervenciones en off para introducir las cuestiones, en El deseo de Dios no encontramos sino el punto de vista de sus protagonistas.

Destacan en particular dos testimonios.

David Espitia es un laico mexicano que empezó a tener relaciones homosexuales a partir de los 15 años y 'salió del armario' a los 21. Vivió una vida gay activa hasta el año 2014, a los 34, cuando acudió a un retiro espiritual "por curiosidad" y ante el Santísimo (una "bolita blanca" cuya naturaleza ignoraba) se sintió amado por primera vez en su vida. En ese mismo instante decidió entregarse a una castidad que ha vivido hasta ahora, para hacer realidad el plan de Dios para él, que no consiste en una u otra tendencia, sino en ser varón.

Emanuela Perrone está casada y es hoy madre de dos hijos, pero durante muchos años, a partir de introducirse cuando tenía 30 en la comunidad LGTBQ, fue lesbiana y llevó esa condición con activismo y compromiso. Un viaje a Medjugorje en 2010 le hizo comparar su vida con la de los cristianos que allí conoció. Su existencia dio un giro completo cuando se preguntó: "Lo que yo vivo ¿es bueno o malo?".

Los debates

En el documental ofrecen también su punto de vista diversos miembros de Crismhom, una comunidad ecuménica cristiana, y Misión Arcoris, que busca el reconocimiento por la Iglesia de su condición LGBTQI+ como querida por Dios: Raúl Peña y Luis María González (teólogo que considera que la castidad es una opción, no una obligación), desde el punto de vista homosexual, y Dylan Hardcastle y Niurka Gibaja Yabar desde el punto de vista transexual, piden respeto a sus identidades.

Pero ¿puede hablarse de 'identidad homosexual o transexual'? El doctor Julio Tudela, director del Instituto de Ciencias de la Vida de la Universidad Católica de Valencia, señala por un lado que ningún estudio científico ha encontrado ninguna causa genética de la atracción por el mismo sexo, y por otro, que la disociación entre las dimensiones corporal, mental y espiritual del ser humano causa frustración y es "un retroceso antropológico que pasa factura".

En apoyo de los colectivos católicos LGTBIQ+ intervienen James Álison, teólogo jesuita brasileño, y el propio James Martin (quien se pronuncia a favor de que los católicos celebren el mes del Orgullo Gay e invoca en su favor la autoridad del Papa), y en defensa de la posición católica tradicional hablan los sacerdotes Julián Lozano, delegado de Medios de Comunicación Social de la diócesis de Getafe, Javier Luzón, profesor de Antropología Teológica, Javier Olivera Ravasi, doctor en Filosofía y en Historia y Byron Cadmen, de la comunidad Communio Sanctorum.

Posteriormente, El deseo de Dios aborda lo que dicen el Magisterio de la Iglesia y las mismas Sagradas Escrituras sobre la sodomía. Los escrituristas Eduardo de la Serna y Eleuterio Ruiz apuntan a una interpretación que relativizaría la condena de los actos homosexuales, mientras que otro teólogo y escriturista, Luis Sánchez Navarro, destaca que la Palabra de Dios es "una luz que está destinada a iluminar todos los tiempos", y así lo han hecho los pasajes comentados de la destrucción de Sodoma y Gomorra o de las Cartas de San Pablo.

En resumen, El deseo de Dios, con un ritmo ágil y una estructura informativa amena, logra una presentación rigurosa de las posiciones y de los hechos que deja al espectador en disposición de adoptar su criterio con fundamento.

 "El deseo de Dios. Iglesia católica y colectivo LGTBQ"