El desafío lanzado a Roma desde Alemania por parte de decenas de sacerdotes y religiosos con la connivencia de algunos obispos se culminó este lunes 10 de mayo con la "bendición" de parejas del mismo sexo en diferentes iglesias.

La campaña organizada por estos clérigos se llamaba “El amor gana” y desde hacía semanas venían amenazando que no aceptaban el documento publicado por la Congregación para la Doctrina de la Fe el pasado mes de marzo en el que se insistía en que la Iglesia no puede bendecir las uniones del mismo sexo.

De este modo, durante los últimos días y especialmente este lunes en decenas de iglesias de toda Alemania se hicieron celebraciones en las que los sacerdotes realizaron supuestas bendijeron a parejas de homosexuales o lesbianas.

Uno de estos actos, tal y como señala Aciprensa, se produjo en la localidad de Geldern, cerca de Düsseldorf, donde varios sacerdotes "bendijeron" a 35 parejas del mismo sexo el pasado 7 de mayo delante de un altar cubierto con la bandera LGTB.

Los sacerdotes de los 100 lugares en los que se han producido estas bendiciones explicaban a través de la web de la campaña: “No rechazamos para ellos una ceremonia de bendición. Hacemos esto en nuestra responsabilidad como pastores, que prometen a las personas en momentos importantes de sus vidas las bendiciones que sólo Dios da”.

Pero además añadían: “Respetamos y valoramos su amor, y también creemos que las bendiciones de Dios están sobre ellos. Se intercambian suficientemente los argumentos teológicos y los conocimientos adquiridos. No aceptamos que una moral exclusiva y anticuada se lleve a cabo a espaldas de las personas y socave nuestro trabajo pastoral”.

Así es como por ejemplo en Würzburg se reunieron más de 130 personas en la iglesia agustina, cercana  a la catedral, mientras que al mismo tiempo otras 40 asistían a estas bendiciones en la iglesia juvenil.

Uno de los organizadores habló en uno de estos eventos de la “ira y la tristeza” que han sentido desde que se manifestara el Vaticano nuevamente sobre el tema. Y por ello instalaron “un muro de las lamentaciones” en el presbiterio donde se pidió a los participantes que depositaran allí “todo lo que les molestaba”.

Por su parte, el sacerdote Burkard Hose, de Würzburg reconocía haber bendecido “en secreto” a numerosas parejas homosexuales y anunció: “seguiremos haciéndolo”.

En otras ciudades como Aquisgrán, Berlín, Fráncfort, Maguncia o Colonia se celebraron igualmente actos simultáneos. Uno de los participantes en Colonia aseguró que hasta seis parejas del mismo sexo fueron bendecidas en la capilla de la Comunidad Universitaria Católica de la ciudad en un acto al que asistieron 23 personas. Sobre esta ceremonia dijo que parecía un “evento político” y que después de se leyó un Evangelio. “No hubo rito, ni liturgia, todo en una atmósfera triste”, explica. Todo terminó con la canción Imagine de John Lennon.

Uno de los problemas más graves no es que docenas de sacerdotes, entre miles, hayan desafiado abiertamente a Roma, sino que varios obispos y hasta algún cardenal se hayan mostrado comprensivos con ellos e incluso les hayan apoyado.

Monseñor Georg Bätzing, presidente de la Conferencia Episcopal de Alemania, se ha mostrado públicamente a favor de la bendición de las uniones homosexuales. Y el obispo de Essen, monseñor Franz-Josef Overbeck, ya adelantó el mes pasado que no iba a “suspender” a nadie ni iba a “aplicar la ley canónica” a los sacerdotes que participaran en esta pseudobendiciones.

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