Llegó la JMJ de Lisboa, mucha gente gruñona va a ver a cientos de miles de jóvenes alegres y con fe en televisión o en Internet y se va a enfadar.

Es razonable sospechar que la mitad de ese enfado es mera envidia: son jóvenes y alegres y el gruñón, por lo general, no es ni una cosa ni la otra.

Hay algunas modalidades. Católicos muy puritanos y rigoristas criticarán a los jóvenes peregrinos por no ser suficientemente puritanos o rigoristas ("mira qué pantalones", "seguro que no rezan").

Católicos laxos que parecen estar interesados única y exclusivamente en temas sociales (a menudo hostiles a la doctrina católica sobre vida y familia), se quejarán de que "esos jóvenes seguro que rezan todo el día, pero no ayudan a los pobres" (aunque el sondeo de Gad3 dice que la mitad participa en voluntariados).

Y los anticatólicos les acusarán de todo, desde estar alegres a causar el hambre en África.

Vamos a repasar las argumentaciones de los que refunfuñaban en 2011 en la JMJ de Madrid. Aunque hay que reconocer que la JMJ de 2011 en Madrid fue especialmente hostil contra los peregrinos, quizá la peor de la Historia, y la situación en Lisboa parece mucho más razonable.

El caso peculiar de Madrid 2011

La JMJ de Madrid llegaba poco después del 15-M, el movimiento callejero que prometía un gran cambio contra la corrupción de "la casta política" y en la práctica se limitó a crear más partidos de izquierda radical (con chalets en Galapagar para sus dirigentes). También se enmarcaba en las campañas de desprestigio continuado contra Benedicto XVI.

En todos los países del mundo hay anticlericales y laicistas groseros, pero en ninguna JMJ ni viaje papal hubo escenas como las de Madrid en julio de 2011 cuando en plena Plaza del Sol la Policía tuvo que crear cordones de seguridad para proteger a monjitas y quinceañeras de muchedumbres de energúmenos vociferantes y gesticulantes (con unos 3.000 anticlericales gritando "vuestro Papa es un nazi" y otras lindezas).

Laicistas radicales y furiosos agreden a chicas y clérigos católicas en la JMJ de 2011 en Madrid. El laicismo agresivo español realizó ataques y escenas furibundas que no se dieron en ninguna otra JMJ del mundo.

[Aquí la demoledora crónica de un periodista de El Mundo que lo vio y describió y aquí el caso de 7 jóvenes atacados con látigos por unos fanáticos].

Con más de 400.000 jóvenes extranjeros (y cientos de miles de españoles) llenando la ciudad y el metro de Madrid, los anticlericales españoles estaban más que rabiosos. Se suponía que la juventud ya no era católica y que nadie seguía a Benedicto XVI, y de repente todo estaba a rebosar de chavales con fe. En blogs, posts y artículos de la prensa de izquierda anticatólica (MediaPro-Público y otros), opinadores y comboxeros soltaron sus quejas, que como veremos eran contradictorias. Las recogimos entonces en un artículo y podemos recordarlas.

Un blog anticristiano típico publicó: "Las hordas católicas se muestran maleducadas, te avasallan a su paso con las banderas que portan sin importarles como y donde te golpean; son ruidosas, molestamente ruidosas, cantando, dando palmas, tocando irritantes instrumentos en cualquier lugar, no importándoles en absoluto molestar, por no comentar los varios escenarios montados en distintos puntos de la ciudad con música enlatada o en directo para entretenerles. También son guarros, muy guarros; las calles están llenas de basura, ensucian a su paso más de lo que las brigadas de limpieza dan abasto, eso que están trabajando en mayor número de lo normal. Comen y beben en la calle, sentados incluso en las aceras dificultando el paso a los peatones, en una especie de botellón católico, prohibido para los demás. Lo peor de todo, en contra de la mentira que nos han contado de los beneficios económicos que van a dejar, es que han echado a madrileños y turistas del centro."

Durante una semana, inquisidores anti-JMJ buscaron los peores pecados de los peregrinos, veinteañeros entusiastas lejos de casa. ¿Qué encontraron? Poca cosa.

1- "Son maleducados"

Acusación genérica y abstracta. A algunos les molestaba que los peregrinos africanos hablaban "fuerte" mientras que los peregrinos japoneses hablaban "flojo". Unos podían quejarse de que "me miran fijamente"; otros de lo contrario: "no me miran al hablar". La realidad es que ¡llegaban de todo tipo de países y culturas distintas a la española!

2- "Llevan banderas con las que quizá te puedes golpear"

Es clásico de las JMJ de siempre llevar muchas banderas. Al menos en 2011 ninguna ordenanza en Madrid prohibía llevar banderas y miles de aficionados al fútbol las llevan cada fin de semana sin que nadie se quejara. Acabó la JMJ de Madrid y no se supo de ningún madrileño herido por banderas.

3- "Son ruidosos, cantan, dan palmas, tocan instrumentos"

En realidad quiere decir "son alegres, están felices y eso me fastidia. No son invisibles y eso me fastidia. No son inexistentes y eso me fastidia". Los que se quejan de las canciones de los peregrinos (que son de día; de noche están demasiado cansados) no solían quejarse en sus blogs de que los hinchas de la Selección española de fútbol salieran a la calle a gritar y cantar cuando España ganaba partidos en el Mundial de Sudáfrica.

4- "Tienen escenarios con música en la ciudad para entretenerles"

En Madrid, como hoy en Lisboa y otras ciudades portuguesas, la JMJ fue ocasión para muchos encuentros culturales y musicales, casi todos gratuitos y abiertos al público en general. En la Plaza de España en Madrid, por ejemplo, en tres días actuaron 12 grupos distintos de música ligados a la Renovación Carismática. Había en Madrid -como en Lisboa- festivales de cine, exposición de obras de arte, etc... No es "para entretener a católicos", la mayoría de esos actos son abiertos a cualquiera.

5 - "Ensucian las calles"

Habría que demostrar si los peregrinos en una JMJ ensucian más o menos que otros tantos turistas o ciudadanos. Nadie lo ha demostrado. En los grandes actos masivos bajo el sol, los servicios de limpieza enseguida limpian las mil botellas de agua necesarias para sobrevivir, abanicos de papel, etc... Y, como admitía hasta el documental de La Sexta, la cadena más anticlerical, en los grandes actos en Madrid no había papeleras por razones de seguridad (precaución contra paquetes bomba, porque en el mundo existen terroristas). Pero muchos madrileños comprobaron que excepto en ciertos momentos, Madrid estaba más o menos tan limpia como de costumbre.

6 - "Dificultan el paso a los peatones / en el metro / en las aceras, etc..."

Resulta que los católicos no son etéreos como los fantasmas. Tienen cuerpo, cientos de miles de cuerpos, no pueden evitarlo. Sí, la gente ocupa espacio.

Lo curioso, es que algunos anticlericales publicaban lo contrario: "casi no había jóvenes, yo no los vi, eran pocos, les dieron una atención pública desproporcionada".

7- "Llenan mi bar preferido y no puedo comer en él"

Esta acusación casa mal con otra muy común en los mismos blogs y foros, la de "han vaciado los bares al espantar la clientela", o la de "nos engañaron y no consumen". O una cosa o la otra, todo junto no puede ser. El caso es criticar.

8- "Son unos consumistas, comilones, llenan los bares... ¡con la de hambre que hay en el mundo!, vaya falsedad de cristianos"

Esta es una acusación que hacen los mismos que dos "posts" después escriben: "han vaciado los bares, no consumen, son tacaños, no es el turismo que gasta generosamente y querríamos tener". El caso es quejarse, de una cosa y la contraria, no describir la realidad: que los seres humanos comemo. En Madrid cientos de miles de peregrinos gastaron sus tickets de JMJ en el comercio local.

Peregrinas españolas en Lisboa 2023 con el ya popular lema "Somos los vecinos de al lado" en la camiseta.

9- "Son unos juerguistas inmaduros"

Esta acusación es curiosa por dos razones: 1) la formulan tanto laicistas radicales como ultracatólicos rigoristas y gruñones, extraña alianza. 2) Nadie formula la acusación contraria: nadie los acusa de ser torvos y taciturnos. La respuesta es muy sencilla: son jóvenes. Platón decía que hasta los 50 años no se podía ser sabio ni prudente. En realidad, la acusación significa "se lo pasan bien, están alegres, y a mi me fastidia verlo porque soy un gruñón".

10 - "Tienen toda la ciudad, que nos dejen al menos la Plaza de Sol"

Esta la proclamaban los llamados "indignados", 15-Ms y okupas instalados en esa época en la Plaza de Sol. A estos colectivos minoritarios se les podría responder:

1) "Tenéis esa plaza en vuestra ciudad todo el año, todos los días, todos los años... no os moriréis por compartir la plaza unos días";
2) "Tenéis toda España, todo el mundo, todo agosto... qué casualidad que queráis ahora la Plaza del Sol".
3) "Los peregrinos están aquí invitados por el gobierno local, regional y nacional; no son okupas, son invitados".
4) "Nadie ha cerrado Sol sólo para peregrinos, más bien pasa lo contrario: sólo a ellos, de toda la humanidad, les está prohibida esta plaza por culpa de violentos anticlericales"

Fue grave que la recepción del Papa en Cibeles en 2011 acabara con un mensaje desde megafonía: "no vayáis a Sol por razones de seguridad". Era una zona prohibida y peligrosa para quien llevara una mochila amarilla de peregrino. Fue una vergüenza para España. Por suerte, en Portugal no pasa nada así.

11 - "Los peregrinos van provocando"

Por lo general significa "van alegres, y eso me chincha" o "los veo rezar, y eso me chincha". Basta con parecer católico para que algunos anticatólicos te acusen de "ser provocativo". El único católico no provocativo es el invisible, según ellos.

12 - "Son sucios, no se lavan"

Suelen decirlo los mismos que pocos minutos después se quejan de que gastan muchísima agua del erario público porque no paran de lavarse y ducharse.

13 - "Son unos pijos delicados y opulentos"

Lo dicen los mismos que protestan porque los peregrinos se sientan en las calles y les parece un lujo inaceptable que se les cedan espacios en polideportivos para dormir incómodamente en el suelo.

14- "Me han obligado a cambiar mis planes para agosto a última hora"

Argumento absurdo en 2011 (la JMJ se anunció con 3 años de adelanto) y más en Lisboa en 2023, donde se ha aplazado varias veces por el coronavirus. Si no te gustan las multitudes, no te quedes en Barcelona en verano del 92 y sus Olimpiadas. Organízate: la información ha sido abundante.

15- "Causan gastos en seguridad"

En realidad, los peregrinos no "causan" gastos en seguridad. Los causan los terroristas, locos y fanáticos que quieren matar al Papa o matar a multitudes cristianas, con bombas o cuchillos. También es necesaria la seguridad porque en España vimos a laicistas radicales agrediendo a niñas de 14 años.

Por otra parte, cualquier concentración de gente (y más con calor) causa gastos en seguridad. Y las visitas de personalidades (Obama, el Rey, líderes de la UE) requieren seguridad. Incluso si un país loco dijera "no cubriremos la seguridad del Papa", las Policías de muchos otros países (empezando por Italia) se ofrecerían, por su nacional prestigio. El país que no ofreciera esa seguridad quedaría marcado para siempre de oprobio.

16 - "La JMJ cuesta mucho dinero y hace que mueran de hambre muchos niños en África"

Los fichajes de futbolistas también cuestan millones de euros pero nadie dice que causen la muerte de niños, y no vemos por ello manifestaciones ante el Camp Nou o el Bernabéu. Es demagogia barata. La JMJ genera jóvenes de fe fuerte, lo que a su vez genera misioneros y voluntarios que ayudan a mejorar el mundo: sabemos por el sondeo de Gad3 que la mitad de jóvenes adultos que asiste a la JMJ de Lisboa realizan voluntariados.

17 - "LaSexta encontró un peregrino orinando en una fuente. Hay un vídeo".

¡Felicidades! ¡La cadena de TV más anticlerical de España, después de una semana de buscarlo, es lo más feo que encontró! Muy mal. Y Shakira se bañaba por esa época en las fuentes de Barcelona, pero ya pidió perdón.

18 - "Son borrachos. He visto una foto en que unas peregrinas ¡miran unas botellas!"

Nadie se emborracha mirando botellas. Ni comprando un licor exótico para la familia u otros regalos. De hecho, incluso el reportaje de La Sexta que hemos comentado, al consultar a los servicios de emergencia pública, constata que en Madrid 2011 nadie fue atendido por exceso de alcohol. Las incidencias de salud se debían al calor o a torceduras, no al alcohol. Compárese con los comas etílicos y peleas por alcohol de otros festejos.

Refutadas estas "argumentaciones", lo que queda de base en los enfados contra los peregrinos parece ser, básicamente, la envidia: son jóvenes, están alegres, y tienen algo "especial". Y quizá, esa cosa especial, es Dios y la alegría, fruto del Espíritu Santo.

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Un vídeo de 1 minuto con impresiones del día previo a la JMJ de Lisboa: