Todos los días Eduardo Verástegui  (México, 1974) dirige en su canal de Youtube el rezo del Rosario por el mundo. Lo hace desde el "espacio guadalupano" que tiene en su casa o que crea allá donde esté, en sus numerosos viajes entre México, Los Ángeles y Miami, los tres lugares donde reparte su residencia.

"Hay cosas que tenemos que hacer todos los días", explica: "Comer, dormir, rezar... Lo más importante que un ser humano puede hacer es rezar. La oración es el tiempo mejor invertido, porque es tiempo con Dios. Es tiempo ganado, no tiempo perdido"

"Si no tienes tiempo para Dios, que es el Creador del tiempo, ¡el tiempo no te va rendir jamás!", insiste. El suyo está ahora muy entregado a la promoción de la última película que co-produce, Sonido de libertad [Sound of freedom], en la que participa como actor, junto a Jim Caviezel y Mira Sorvino.

Se trata de un film sobre la trata de niños para la explotación sexual, un negocio que cada vez mueve más dinero y dispone de mayor poder en todo el mundo.

Esta preocupación por los más débiles, que se plasma igualmente en su firme militancia provida (que dejó patente con su película Bella o con su fundación Manto de Guadalupe de ayuda a la madre en riesgo de abortar), es una de las razones por las que la Fundación Nueva Evangelización para el Siglo XXI le ha concedido el Premio Religión en Libertad América 2021, cuya ceremonia de entrega será el jueves 25 de noviembre a las 19.00 horas en el Auditorio de la Universidad CEU San Pablo de Madrid.

Esta implicación de Verástegui con las causas sociales y su empeño en mejorar la suerte del pueblo mexicano en Estados Unidos le llevó a formar parte de la Administración Trump en sus últimos meses, en calidad de asesor de la Casa Blanca para la Iniciativa de Prosperidad Hispana. En numerosas ocasiones, el actor ha expresado su deseo de contribuir, en la medida de sus posibilidades, a romper los estereotipos sobre los latinos que difunde el mundo de Hollywood, y por eso en sus producciones dignifica el papel de los hispanos.

Como es conocido, Eduardo Verástegui era una estrella de las telenovelas en su país que había empezado a meter cabeza en la meca del cine estadounidense. Entonces tuvo una conversión radical, al comprender que solo Dios podría llenar su vida, que sentía vacía a pesar del éxito. Decidió no participar en ningún proyecto cinematográfico que pudiese ofender a Dios, y durante varios años ello supuso desaparecer del celuloide.

Hasta que empezó a producir sus propias películas y a involucrarse en causas en favor de la vida y la familia, siempre con una motivación última en la fe recobrada. En 2004 creó Metanoia Films y en 2009 llegó El Circo de las Mariposas, un corto muy premiado y celebrado que defiende la dignidad de las personas con discapacidad.

Cristiada en 2012, Superpoli en Las Vegas [Héroe de Centro Comercial 2] en 2015 con su amigo Kevin James (otro católico que solo hace películas que pueda ver con sus hijos), Little Boy en 2016... han sido algunos hitos de esta fructífera etapa artística de Verástegui, que ha simultaneado con su activismo y su testimonio católico, tantas veces reclamado.

Él ha contado numerosas veces que creció en un hogar donde se creía en Dios, pero no se practicaba, hasta que su madre, preocupada por los derroteros de la vida de su hijo, empezó a rezar por él. Esas oraciones surtieron efecto, y tras su conversión Eduardo empezó a formarse de verdad en la fe.

Todo lo que ha hecho por ella, por la presencia cristiana en la industria del entretenimiento y por los hispanos es lo que reconoce el Premio ReL 2021 en la categoría América.

El acto de entrega de los Premios Religión en Libertad 2021 tendrá lugar el jueves 25 de noviembre a las 19.00 horas en el auditorio de la Universidad CEU San Pablo de Madrid (calle Julián Romea, 23). La entrada es libre hasta completar aforo.