Con motivo de la celebración este martes en México del Día del Niño, Eduardo Verástegui publicó en su perfil de Facebook un artículo donde muestra su esperanza de que el muro construido en la frontera con Estados Unidos pueda servir de contención a la esclavitud sexual y a la explotación infantil.

Bajo el título Los niños y el muro, el actor, productor y director mexicano, de 44 años, considera que completar la construcción de dicha estructura (uno de los objetivos fundamentales del presidente norteamericano Donald Trump) es un asunto "controversial y sensible": "Para muchos, ofensivo y divisorio; para otros, seguridad y protección".

En su opinión, "un muro sin puertas es cárcel, pero si las tiene puede significar progreso y orden. Si desvestimos al muro de su disfraz político y lo humanizamos quizá podamos ver sus ventajas". Una de ellas es que sirva de muro de contención al comercio de personas contra el que él está precisamente preparando una película, Sound of Freedom [El sonido de la libertad], producida por Alejandro Monteverde.

"Ser vecinos del principal consumidor de pornografía infantil y sexo con menores es alarmante, explicó: "Un negocio que solo en Estados Unidos genera más de diez mil millones de dólares al año representa, querámoslo o no, un peligro para nuestros niños mexicanos y centroamericanos. El muro es sin duda un instrumento esencial para terminar con el tráfico de niños y niñas entre México y Estados Unidos, ya que protegerá la dignidad y el futuro de cientos de miles de niñas y niños que son llevados de manera ilegal a Estados Unidos para ser vendidos como esclavos sexuales a pedófilos que abusan sexualmente de ellos hasta 15 veces al día". En ese sentido, el muro "podría ser un gran defensor de derechos humanos y gran símbolo de esperanza".

Según los datos de Unicef que menciona Verástegui, en todo el mundo 150 millones de niñas y 73 millones de niños menores de 18 años son víctimas de la explotación sexual. "Hay que ponerse en los zapatos del niño emigrante que viene desde Centroamérica con una maletita llena de sueños que mientras van avanzando hacia los Estados Unidos se van convirtiendo poco a poco en terribles pesadillas", lamenta: "Unos mueren en el camino, otros son destrozados para tráfico de órganos, otros sufren violencia sexual y otros son secuestrados por traficantes de trata de menores".

Los niños de Dios no se venden”, exclama el productor de Bella, El circo de la mariposa o Little Boy. "Cada quien desde su área de influencia deberíamos de hacer algo al respecto", propone, como aplicar la "regla de oro" Trata a los demás como te gustaría ser tratado: "Tratemos a los niños como nos hubiera gustado ser tratados cuando fuimos niños, veamos a los niños del mundo como nuestros propios hijos. Yo desde mi trinchera como actor y productor de cine voy a lanzar próximamente una historia de luz buscando romper el terrible silencio de la oscuridad que genera el tráfico humano".

Jim Caviezel y Eduardo Verástegui, en una imagen de noviembre de 2017, cuando empezaron a trabajar en la película contra la explotación sexual infantil.

Se trata de Sound of Freedom [El sonido de la libertad], en la que participan Jim Caviezel y Mira Sorvino, una historia basada en la vida de Tim Ballard, un ex agente del Departamento de Seguridad estadounidense que renunció a su trabajo para dedicarse a rescatar a niños secuestrados para explotación sexual.

"Nos encontramos en etapa de post-producción y muy pronto estaremos en los cines.
Esta película será un muro de protección para los niños... En México y en Estados Unidos hay más cosas que nos unen que las que nos dividen, somos naciones hermanas y como tales tenemos que ayudarnos a alcanzar nuestro máximo potencial por el bien de la humanidad. Trabajemos unidos y pongámosle fin a la trata de menores. Dios bendiga a los niños y al mundo entero, y nos ayude a tener la Paz que tanto deseamos", concluye.