El Padre Ragheed Ganni era un sacerdote católico de rito caldeo cuya una parroquia consagrada al Espíritu Santo estaba en Mosul, Iraq. El domingo siguiente de Pentecostés, el 3 de junio de 2007 murió asesinado cuando volvía de celebrar Misa en su parroquia, junto a tres subdiáconos que le acompañaban: Basman Yousef Daud, Wahid Hanna Isho, y Gassan Isam Bidawed. Todos ellos han sido declarados como mártires por la Iglesia Caldea. Antes de matarlo, los yihadistas le increparon: "Cierra la iglesia". Y él respondió: "¿Cómo voy a cerrar la casa de Dios?".

Amaba y entendía la Eucaristía

El Padre Ragheed era conocido por dar un testimonio de fe valeroso y limpio en un país tan complicado para los cristianos como Iraq: “Sin domingo, sin Eucaristía, los cristianos en Iraq no pueden vivir”, explica Ragheed para describir la necesidad de Eucaristía que tienen los cristianos en su país.

En esta guerra, los cristianos son los que más han sufrido, y por ello abandonan su tierra en busca de lugares en donde puedan ser respetados. Sin embargo, el sacerdote iraquí demostraba su valentía permaneciendo en el país cuidando a sus parroquianos.

La tumba del Padre Ragheed Ganni

La Misa entre las ruinas

“Los jóvenes organizan la vigilancia después de los atentados ya sufridos por la parroquia, los secuestros y las amenazas ininterrumpidas a los religiosos. Los sacerdotes dicen la misa entre las ruinas causadas por las bombas –comentaba Ragheed unos días antes de su muerte. Mientras las madres, preocupadas, ven a sus hijos desafiar los peligros yendo a la catequesis con entusiasmo”.

“Pero Cristo con su amor sin fin desafía el mal, nos mantiene unidos, y a través de la Eucaristía nos dona –decía Ragheed– nuevamente la vida que los terroristas buscan quitarnos”.

Ragheed Ganni con el Papa Benedicto XVI

“Esperamos cada día el ataque decisivo, pero no dejaremos de celebrar la Misa –afirma conscientemente de su vocación–. Lo haremos incluso bajo tierra, donde estamos más seguros. En esta decisión soy alentado por la fuerza de mis parroquianos. Se trata de una guerra, una guerra de verdad, pero esperamos llevar esta Cruz hasta el fin con la ayuda de la gracia divina”.

“Puedo equivocarme, pero tengo la certeza de que una cosa, una sola cosa es verdad siempre: que el Espíritu Santo seguirá iluminando algunas personas para que trabajen por el bien de la humanidad, en este mundo tan lleno de mal”, concluía el sacerdote martirizado.

Un e-mail que daría la vuelta al mundo

El Padre Robert Christian, profesor de la Universidad de Santo Tomás de Aquino de Roma, íntimo amigo del padre Ragheed, celebró una Misa por el sacerdote asesinado y sus tres subdiáconos pocos días después de su muerte. En la homilía habló de la situación en la que se encuentra la gente de Iraq, especialmente los cristianos. Habló también de un e-mail que recibió el día antes de la muerte de su amigo. Este e-mail estremeció a los estudiantes y profesores de la universidad.

Los cristianos sufren doblemente…

Una parte del e-mail decía así: “La situación aquí es peor que en el infierno, y mi iglesia ha sido atacada varias veces desde la última vez que nos vimos. La semana pasada, dos guardias fueron heridos tras un ataque”.

Otro mensaje que había recibido el profesor decía lo siguiente: “La situación, como puedes conocer por los telediarios, es terrible. Los cristianos sufren dos veces, primero por la situación y luego a causa de su religión”.


 

Este vídeo recoge la voz del padre Ragheed cantando un himno a la Virgen, junto con imágenes de su funeral en 2007.

…y por eso mucho huyen

“El discurso del Papa ha encendido la mecha en la ciudad. Un sacerdote ortodoxo sirio ha sido decapitado; mi parroquia ha sido atacada cinco veces. He recibido amenazas antes del secuestro de ese sacerdote, pero he tenido cuidado en mis desplazamientos. He aplazado mis vacaciones dos veces porque no podía dejar la ciudad en esa situación”.

“Tenía que ir a Europa el 18 de septiembre, pero lo aplacé al 4 de octubre. Luego tuve que aplazarlo al 1 de noviembre. El Ramadán fue un desastre para nosotros en Mosul. Centenares de familias cristianas han dejado la ciudad, incluida mi familia y mis tíos: cerca de 30 personas han abandonado todas sus propiedades y se han ido, debido a las amenazas”.

Afrontando la muerte

No es fácil, pero la Gracia del Señor da sostén y fuerza. Afrontamos la muerte cada día”. Así concluía un mensaje muy conmovedor. El padre Ragheed sabía que era un objetivo.

El padre Christian, afirma que Ragheed, “sabía que estaba afrontando la amenaza de la muerte a causa de su fe, pero sabía también que era su deber permanecer, dando valiente testimonio de nuestra fe en el Señor resucitado”.

“El patriarca de los caldeos los ha llamado mártires, y los mártires, que se han conformado de cerca a la pasión y muerte de Jesucristo, han sido considerados desde los orígenes del cristianismo como santos”, concluyó el profesor.

A continuación puedes ver un vídeo sobre el P. Ragheed Ganni preparado por Ayuda a la Iglesia Necesitada, el cual becó parte de sus estudios en Roma. 

Este artículo ha sido actualizado. Fue publicado inicialmente el 27 de septiembre de 2013.