Río de Janeiro será la sede de la próxima Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) en el año 2013, según ha confirmado este viernes el portavoz de la Santa Sede, Federico Lombardi, que ha precisado que se celebrará en sede internacional un año antes para no coincidir con el Mundial de Fútbol, que tendrá lugar en 2014 en Brasil. La ciudad organizará también en 2016 los Juegos Olímpicos.

Aunque es tradición que el Santo Padre anuncie la sede de la siguiente JMJ internacional al concluir la Eucaristía de clausura de la jornada, en esta ocasión se ha confirmado previamente la sede de la siguiente cita internacional.

El jueves 11 de agosto, fuentes diplomáticas confirmaron a Europa Press que el gobernador de Estado de Rio de Janeiro (Brasil), Sergio Cabral, y el alcalde de la ciudad, Eduardo Pase, viajarán a Madrid la próxima semana para asistir a los actos que se celebrarán con motivo de la JMJ madrileña. Les acompañarán el jefe de la Secretaría General de la Presidencia, con rango de ministro, Gilberto Carvallo, y la secretaria nacional de Juventud, Severo Carmen Maceado.

Por el momento, hay alrededor de 14 mil jóvenes brasileños inscritos en la Jornada, un cifra superada sólo por España, Italia, Francia, EEUU y Alemania.


De este modo, tras Buenos Aires (1987), la ciudad brasileña será la segunda de América del Sur en celebrar el encuentro internacional, que se suma a Santiago de Compostela (1989), Czestochowa (1991), Denver (1993, donde se instauró el Via Crucis), Manila (1995, la más numerosa, con cinco millones de asistentes), París (1997), Roma (2000, en el jubileo del tercer milenio), Toronto (2002, última a la que asistió Juan Pablo II), Colonia (2005) y Sydney (2008).
Cerca de 20 millones de jóvenes han acudido a estos encuentros internacionales.

Las Jornadas Mundiales de la Juventud nacieron en 1984 por iniciativa del Papa Juan Pablo II. La primera tuvo lugar en Roma el domingo de Ramos del citado año, en el marco de las celebraciones sectoriales del Año Santo Jubilar de la Redención (19831984).

Ante el éxito de la convocatoria y la urgencia eclesiales de la Pastoral de Juventud, Juan Pablo II las instituyó con carácter permanente. Cada encuentro internacional tiene como lema una frase de la Biblia y todos cuentan, además, con un himno. Ambos invitan a los jóvenes a reflexionar sobre el Evangelio.