Los principales escenarios de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) ya están en marcha. El de Cuatro Vientos, donde el Papa presidirá la vigilia y la misa, lleva un mes y medio en construcción, mientras que las obras de montaje en Cibeles arrancaron la madrugada del domingo. Cuando estén terminados, su arquitecto, Ignacio Vicens, espera que se vean tal cual él los imaginó: «Alegres, jóvenes y modernos». Y así será... a la vista del ingenioso proyecto que ayer presentó en la sede del comité organizador de la JMJ.

En Cuatro Vientos, el Papa presidirá la Eucaristía el domingo 21 de agosto sobre una plataforma de 200 metros de longitud y 24 metros de profundidad, con una capacidad para albergar 2.000 personas sentadas. «Después de ver otras experiencias, nuestro objetivo era dar la mayor cercanía posible del Papa a la gente. Por eso el altar estará apenas a cuatro metros de altura del suelo a diferencia de los 16 metros que se han utilizado en otras ocasiones. Además el Santo Padre estará rodeado de gente, de los Reyes, los obispos y los cardenales», precisó Vicens.

Un árbol, de siete metros y medio de alto, que cubrirá una superficie similar a un campo de tenis, hará las veces de una gigantesca sombrilla sobre el presbiterio, donde estará sentado el Santo Padre. De esta estructura metálica cubierta de lona, saldrá también agua micronizada, cuya función será bajar tres grados la temperatura y dar mayor humedad al ambiente seco de Madrid. «Esta especie de baldaquino marca ese espacio del escenario donde ocurre lo verdaderamente importante», comentó el arquitecto, cuya fuente de inspiración ha sido el propio lema de la JMJ: «Arraigados en Cristo, firmes en la fe». El escenario además no será plano. Cinco colinas de diferentes alturas evocarán el pasaje bíblico del sermón de Jesús en la montaña. La de mayor altura será en la que se ubique el Santo Padre y «donde predicará su mensaje a los jóvenes», comentó Vicens.

Esta monumental plataforma blanca cumplirá además otra función: la de convertise una pantalla gigante sobre la que se proyectarán vídeos e imágenes, durante la vigilia del sábado 20 de agosto. «Muchos jóvenes van a pasar esa noche en Cuatro Vientos. La pantalla permitirá que todo sea más divertido y la noche, más corta».

A diferencia de Cuatro Vientos —en el que al no haber ningún entorno es necesario crear el paisaje—, Vicens ha aprovechado la fachada labrada en piedra del Palacio de Correos para montar un escenario «blanco, muy limpio». «El objetivo —indicó— es subrayar la presencia del Papa entre más de un millón de jóvenes». La plataforma, que ocupará la acera de la sede del Ayuntamiento, tiene 31 metros de frente y 16 de profundidad. Además un techo de seis metros de altura cubrirá una parte del escenario, que estará apenas a tres metros del nivel de la calle.