Hoy por hoy, es la única fórmula que sirve para el tratamiento de enfermedades malignas y no malignas de la sangre, metabólicas e inmunológicas sin costes éticos.
 
El uso terapéutico de células madres obtenidas de la sangre del cordón umbilical puede ser una técnica que salve miles de vidas en el futuro. Hoy por hoy, es la única fórmula que sirve para el tratamiento de enfermedades malignas y no malignas de la sangre, metabólicas e inmunológicas sin costes éticos. Así lo explica Justo Aznar, jefe del Departamento de Biopatología Clínica del Hospital La Fe de Valencia, en una entrevista concedida a la agencia Veritas. El médico subraya que «se está explorando la posibilidad de que puedan ser también usadas para la regeneración de tejidos» aunque, reconoce, aún no se sabe «si el número de células existentes en el cordón umbilical será suficiente».
 
«El cordón umbilical constituye una fuente de células fácilmente obtenible, además de que pueden ser conseguidas sin ningún riesgo para la salud de la madre o del hijo», argumenta Aznar. Entre otras ventajas, el médico destaca también que la sangre obtenida tiene menos posibilidades de transmitir enfermedades infecciosas que la obtenida de células madre adultas.
 
El presidente de Provida Valencia recalca que, hasta el momento, las células madre de cordón umbilical no han producido tumores después de trasplantadas, como ha ocurrido con las células madre embrionarias humanas. «Además, la posibilidad de rechazo después del trasplante es menor que con otro tipo de células madre», continúa. Por si fuera poco, «al ser menos inmunógenas hay más probabilidad de encontrar un donante con células compatibles con las del paciente». Pero las ventajas no acaban aquí: «Las células madre de cordón umbilical son fácilmente manipulables, existiendo un riesgo menor de que se produzcan alteraciones», advierte Aznar.
 
En el otro lado, «el principal inconveniente es el escaso número de células madre que contiene cada cordón umbilical», aunque las nuevas técnicas para multiplicar las células obtenidas de un cordón umbilical podrían hacer desaparecer en el futuro esta dificultad. «Por otra parte, por el momento no se conoce si, tras realizar trasplantes de estas células a recién nacidos, podrían tener problemas de salud cuando sean adultos, o si se pueden transmitir anomalías genéticas». Por último, advierte de que, por el momento, «la calidad de las muestras conservadas en los bancos públicos no es similar, por lo que urge emitir normas reguladoras que garanticen la calidad técnica del material crioconservado».
 
En cifras, la esperanza crece año a año. Hasta el 2006, en todo el mundo se habían realizado alrededor de seis mil trasplantes de células madre de cordón umbilical con una probabilidad de éxito de hasta un 80 por ciento.
 
En 2006 habían conservados unos 200.000 cordones umbilicales, de ellos unos 20.000 en España. En aquel entonces se estimaba que en cinco años las existencias mundiales se multiplicarían por tres, y nada menos que la tercera parte del material estará crioconservado en España: «Quiero destacar que somos el segundo país del mundo en número de cordones almacenados».
 
«Dado que su obtención no conlleva ningún peligro, en un futuro se podrán ir consiguiendo gran número de cordones umbilicales para la constitución de grandes bancos de células. No hay más que tener en cuenta que solamente en España nacen alrededor de 450.000 niños al año, todos ellos potenciales donantes de cordón umbilical», concluye.