Según el Anuario Pontificio de 2017, que tiene datos referentes al año 2015 y llega estos días a las librerías, la Iglesia Católica ha alcanzado los 1.285 millones de miembros en todo el mundo. Son 13 millones más que el año anterior. 

Más allá de las polémicas o escándalos, los cambios de pontífice, las leyes anti-familia o el crecimiento del materialismo, la demografía y la evangelización hacen crecer a la Iglesia en el siglo XXI. Desde el año 2000 (cuando había 1.050 millones de católicos) a 2015, último año con datos recogidos, la Iglesia ha crecido en 235 millones de personas. Es una media de crecimiento de 15 o 16 millones de personas al año

Para entender esa cifra de 235 millones de católicos adicionales podemos pensar que es el equivalente a sumar toda la población que vive hoy en España, Italia, Francia y Gran Bretaña. 

Creciendo en unos 15 millones de nuevos católicos al año, es como si la Iglesia recibiese el equivalente de población de un país entero como Chile o Holanda. La media daría un crecimiento de 42.000 católicos más cada día (el equivalente diario a ciudades como Vic, Soria o San Fernado de Henares).

Aunque el crecimiento se basa sobre todo en el bautizo de hijos de familias creyentes, las conversiones de adultos siguen teniendo relevancia: en Estados Unidos, en 8 años, un millón de adultos han ingresado en la Iglesia (léalo aquí). Esos adultos, a su vez, tienen luego hijos. 

Con todo, aunque ganar 13 millones de fieles en un año parezca mucho, significa un bajón respecto a años anteriores: en el ejercicio anterior el crecimiento era de 18 millones y la media anual en este siglo XXI sería de 16 millones. 




Para atender a estos católicos, según el Anuario Pontificio de 2017, la Iglesia cuenta con 466.215 clérigos, que se distribuyen así:
- 5.304 obispos, 
- 415.656 sacerdotes 
- 45.255 diáconos permanentes.

En el año 2000 la Iglesia Católica tenía 405.178 sacerdotes. En 2015 tiene 415.656.  Es un crecimiento de 10.478 sacerdotes. 

Si con 235 millones de católicos nuevos la Iglesia consigue generar 10.478 sacerdotes nuevos, eso significa que cada nuevo sacerdote llega "acompañado de" 22.400 nuevos feligreses (o para acompañarlos).

Es decir, la Iglesia crece mucho en feligreses y poco en sacerdotes

A cada sacerdote (nuevo o antiguo) en el año 2000 le correspondían 2.591 feligreses (nuevos o antiguos). En cambio, con datos de 2015 a cada sacerdote le tocan 3.091 feligreses (menos sostenible aún). Podríamos decir que en nuestros días a cada cura le toca trabajar una sexta parte más que en el año 2000 (en cuanto a feligreses que atender). Las cifras no reflejan bien el "reparto pastoral" porque muchos de los sacerdotes que aparecen en ella son muy ancianos y no ejercen plenamente funciones pastorales.


Anuario presentado en 2002: se alcanzaron en el año 2000 los 1.050 millones de católicos 
Anuario presentado en 2014: se pasó de 1.214 millones en 2011 a 1.228 en 2012 (16 millones más)
Anuario Pontificio de 2015: se pasó de 1.228 a 1254 millones en 2013 (26 millones más)
Anuario Pontificio de 2016: se pasó de 1.254 millones a 1.272 millones en 2014 (18 millones más) 
Anuario Pontificio de 2017: se pasa de 1.272 millones a 1.285 millones en 2015 (13 millones más)


Según el Anuario, los católicos son un 17,7% de la población total. 
En Asia, son el 3,2% de la población. 
En África son el 19,4%.
En Oceanía son el 26,4%.
En Europa son el 39,9%.
En América son el 63,7%.


En los cinco años que van de 2010 a 2015 los católicos en África han crecido un 19,4%: han pasado de 186 millones a 222 millones. Es decir, en apenas cinco años la Iglesia africana ha crecido en 36 millones de almas. ¡Es el equivalente a toda la población de Canadá! 

En cambio, el Anuario registra que los católicos en Europa no solo se estancan, sino que bajan en cifras absolutas: en el 2015, los católicos suman casi 286 millones, es decir, unos 800.000 más que en el 2010, pero 1,3 millones menos que en 2014. Hay menos católicos en Europa, pero, de hecho, cada vez hay menos europeos, por su envejecimiento. 

En América los católicos crecen un 6,7% y en Asia un 9%: son cifras en consonancia con el crecimiento demográfico de estos continentes. 


El informe sseñala que se encuentra en disminución el número de sacerdotes si se lo compara con el año anterior, invirtiendo así la tendencia creciente que ha caracterizado los años que van del 2000 al 2014. La disminución entre el 2014 y el 2015 es de 136 unidades y afecta particularmente al continente europeo (-2.502 unidades), dado que para el resto de los continentes se registran, de un año al otro, variaciones positivas: +1.133 unidades para África, +47 para América, +1.104 para Asia y +82 para Oceanía. 

La disminución depende de los sacerdotes religiosos. Los sacerdotes diocesanos, en efecto, han pasado de 277.009 en el 2010 a 281.514 en el 2015, mientras que los religiosos se muestran en constante disminución (-0,8% en el período examinado), frenándose en poco más de 134.000 en el 2015.

Continúan creciendo los diáconos permanentes, que en el 2015 aumentaron un 14,4% en comparación al dato de cinco años antes, pasado de 39.564 a 45.255 unidades. El número de diáconos muestra una mejoría en todos los continentes, y a ritmos significativos.

Una ligera caída puede observarse en los religiosos profesos que no son sacerdotes: si sumaban 54.665 unidades en el 2010, pasaron a ser 54.229 en el 2015. La curva negativa ha de atribuirse, en orden de importancia, al grupo europeo, al americano y al oceánico, mientras que en África estos operadores se han incrementado al igual que en Asia, aunque en menor medida.  


Es rotunda  la disminución que se observa en las religiosas profesas: caen desde 721.935 unidades en el 2010, a 670.320 en el 2015, con una curva negativa equivalente a un 7,1%. En este caso se observan profundas diferencias. 

En África crecen, pasando de 66.375 en el 2010 a 71.567 en el 2015, con un aumento relativo del 7,8%. Le sigue el área de Asia del Sureste, donde las religiosas profesas han pasado de ser 160.564 en el 2010 a 166.786 en el 2015, con un incremento equivalente al 3,9% en todo el período y a una tasa de crecimiento anual promedio del  0,78%.

Disminuyen, en cambio, en América Central y en América del Sur: desde el inicio del período y hasta su fin, las religiosas pasan de 122.213 a ser 112.051 en el 2015, con una caída a nivel global del 8,3% y una caída anual promedio de -1,7%. Por último, se enumeran tres áreas continentales que tienen en común una contracción que salta a la vista: se trata de América del Norte (-17,9% en el período total y un -3,6% como tasa de variación promedio anual), de Europa (-13,4% y -2,7%) y de Oceanía (-13,8% y -2,7%). Estas áreas, por ende,  resultan relevantes para el dato mundial.


Prosigue la caída que, ya desde hace algunos años, caracteriza la marcha de las vocaciones sacerdotales: en el 2015 los seminaristas mayores sumaban 116.843 unidades, contra los 116.939 del 2014, los 118.251 del 2013, los 120.051 del 2012, los 120.616 del 2011 y los 118.990 del 2010. También en este caso, se observan diferencias significativas. En África, el número de seminaristas mayores del quinquenio examinado ha aumentado de manera constante, llegando a un incremento del 7,7% si se toma el período completo. En todas las zonas de América se ha asistido a una disminución de las vocaciones, un 8,1% menos. 

En el Oriente Medio la disminución ha sido acentuada hasta el 2013, y la marcha que devino después no muestra tendencias unívocas; ocurre lo inverso en Asia Sudoriental, donde al crecimiento inicial concluido en el 2012 (+4,5% en comparación al 2010), le siguió una acentuada disminución que ha llevado al número de seminaristas mayores, en el 2015, a un nivel de -1,6% del máximo registrado en 2012;  lo que se observa a continuación es una caída continua en el número de seminaristas, que en el 2015 resulta un 6,9% inferior al dato registrado en el 2012. De 116.843 seminaristas en todo el mundo en el 2015, el continente que muestra el mayor número de sacerdotes es Asia con 34.741 unidades. Le siguen América con 33.512 unidades y África con 29.007, luego Europa con 18.579 seminaristas, y, por último, Oceanía, con 1.004 seminaristas.