La juez británica Nathalie Lieven ha ordenado el aborto de un bebé de 22 semanas a una joven que padece discapacidad mental. “Soy muy consciente del hecho de que cuando el Estado ordena a una mujer un aborto y parece que ella no quiere, es una inmensa intromisión. Tengo que actuar en beneficio de sus intereses”, alegó en una sentencia de la Corte de Protección dada a conocer este viernes por la Court of Protection (Corte de Protección), tribunal que entiende de asuntos concernientes a personas incapacitadas para tomar decisiones por sí mismos.

Según informa ACI Prensa, la mujer tiene en torno a veinte años aunque con edad mental infantil y se encuentra bajo los cuidados del Servicio Nacional de Salud. Según Lieven, sería menos traumático para ella el aborto que dar a luz y quitarle a su hijo para llevarlo a un centro de acogida: “Creo que sufriría un mayor trauma si le quitaran al bebé”, dijo.

Sin embargo, la madre de la chica, ex partera nigeriana y católica, informó de su oposición al aborto por su fe y la de su hija. Una trabajadora social adscrita al caso también se opone a la decisión. No se conocen las circunstancias del embarazo.

 

La juez cuestionó los deseos manifestados por la joven de tener a su hijo: “Creo que le gustaría tener un bebé de la misma manera que le gustaría tener una muñeca”. Además, cree que las continuas necesidades de atención en favor de la salud mental de la joven no le permitirán a su madre ayudar a criar al niño.

La juez Lieven es conocida por intervenciones proabortistas. En 2017 se opuso a las leyes restrictivas del aborto que imperan en Irlanda del Norte, considerándolas equivalentes a la tortura, discriminatorias y una violación de la Ley de Derechos Humanos del Reino Unido.