957. 20 de agosto de 1940. "Hazme compañía. En espíritu y en verdad. Tú no puedes saber la abundancia con que derramo Mis Gracias sobre Mis fieles, pero lo verás más tarde. Ahí está el gran motivo de la santidad. ¡Pocas cosas os impiden ser santos! Confiadme a Mí la parte que Me toca en este 'trabajo entre dos'. Y, ¿cómo podría Yo resistir a una confianza humilde y amorosa?

958. "Sobre todo, nunca pienses que Yo Me olvido. Todo cuanto Me habéis ofrecido queda
‘escrito’ en Mi Corazón, según esa expresión que se usa en la Tierra, Y también lo que en adelante Me vais a ofrecer, pues para Mí todo es presente."

959. 21 de agosto. "Puesto que vas a estar sola en tu casa de verano, piensa en hacer un retiro cerca de Mí. Para ello, permanece en ti misma, que es en donde Me vas a encontrar esperándote siempre. Suprime tus miradas hacia el exterior. Conversa conmigo, canta, vive cerca de Mí, tu Hermano y tu Esposo. Y Yo estaré también en retiro contigo, pues ya sabes cuánto Me gusta abajarme para mejor percibir vuestro amor si vosotros queréis dármelo.
"En tu retiro, ve en el fondo de tu corazón a las Tres divinas Personas de la Trinidad Santísima
amándose y glorificándose las Unas a las Otras, como en oleadas de movimiento infinito. Únete a Su Vida en tu vida. Preludio de la Unión a Su Vida en el Reino celestial."