1192. 11 de diciembre. Yo estaba en Gethsemani con el pensamiento. "¿Estás conmigo? ¿De
verdad? Ayúdame, entonces, a llevar el Mundo. Consuélame del Mundo. Que haya cuando menos un solo corazón que sea Mío y que Me sea para siempre fiel. Que no pueda Yo decir que tenía una sola alma y que Me la quitaron. Y digo que 'sola', porque ninguna alma se parece a otra. Para Mí, cada una es ella sola. Sí, pertenéceme de verdad..."

1193. Fin de la Novena. Yo trataba de alabar a Dios con todas mis fuerzas. Me dijo:
“Piensa que en este momento todos los que ya llegaron al final de su destino, muchos de los
cuales te son conocidos. Me alaban, Me cantan en los indecibles transportes del Cielo. Que esto te ayude. Ellos dan gloria a la Inmaculada. Conviértete tú en una dama de Mi Corte." Yo: "Señor, haz que las cinco partes del Mundo Te alaben, especialmente mis pobres árabes. El: "A ellos se les pedirá menos. Tú, alábame por ellos."

1194. 31 de diciembre de 1941. "Más pequeños que nunca sois vosotros precisamente cuando creéis ser algo, pues en realidad sois nada. Por eso, dame gracias por haberme ocupado de ti durante todo este año. No ha habido un solo instante en que Yo no haya estado contigo. Y ofréceme un gran deseo de estar tú siempre conmigo. Este deseo ha de ser el impulso natural de tu amor hacia un Salvador lleno de Amor. ¿Cuándo llegarás por fin a conocerlo? Pídeme que te perdone todas tus faltas contra el Amor; en toda tu vida pasada y en este año que ahora termina.
¡Que el nuevo año te traiga un amor más cálido!"