885. Después de la comunión. "Sí, puedes decir: 'mi hermosa Trinidad'. ¿Quién más
hermoso que el Padre? ¿Quién lo es más que el Hijo glorificado? y ¿quién más que el Espíritu de Amor? Adora."

886. "No Me gustan las fórmulas recitadas. Di tus oraciones como si Me hablaras. Las fórmulas son lo que tú eres. No son nada para Mí. Pero un gesto de amor Me conmueve; una palabra dicha con ternura, un 'gracias' como el que me dijiste esta mañana cuando te despertaron los cucús y los gorriones, entonces Me dijiste: “Señor, ¿te ha dado alguien las gracias por haberlos creado?"

887. Visita, en una iglesia vacía. Le dije: "Señor, estoy contenta de que haya en torno a tu altar esos hermosos lirios." Contestó: "Tengo flores, pero (triste) Me faltan almas..."