1290. 14 de enero. "Sí. Para obtener las conversiones son menos necesarios los milagros que las palabras. Pero es del todo preciso que el hombre, en su corazón, reconozca que es nada. Pídeme para los pecadores esta condición indispensable que es la buena disposición para humillarse.
¿Qué puedes tú hacer de mejor, en los días que te quedan de vida sobre la Tierra, que ayudarme a convertir a los pecadores? ¡Hay tantos! Pensar en ellos fue Mi Dolor más grande en Gethsemaní."

1291. 14 de enero. "Ayúdame a salvar pecadores. Hay tantos... Este fue Mi Dolor más gran-de en Gethsemaní. Yo los veía todos a la vez y tomaba ¡oh vergüenza! sobre Mí todos sus pecados. Así agonicé por ellos, morí por ellos. ¡Cuánta Sed tengo! Y quiero que lo sepan. Que Yo soy todo Perdón, que les pido sean a su vez perdón y misericordia para con sus hermanos.

Que su vida sea en adelante devoción y penitencia y en ello encontrarán más alegría que placer hallaban en sus descarríos. ¡Si supieran lo que es vivir en Mi Amor! Tú ya lo sabes, ¿verdad? ¿Qué te puede afectar a ti, que ya estás en Mi Corazón? Permanece en El siempre. ¿En qué otra parte podrías estar mejor? Yo Soy como el padre que tiene a su hijito atado por temor de que se le escape en pos de una bagatela.

"Yo tengo siempre Mis Delicias en los hijos de los hombres y tú puedes decirme tus pequeñas cosas en nuestra soledad entre dos. Puedes mirarme más seguido si estás en realidad segura de Mi Presencia. Con tu mirada tendré también tu sonrisa."

 Gabriela Bossis (1874-1950) fue la menor de cuatro hijos en una familia católica francesa que la educó cristianamente. Se diplomó en enfermería y sirvió como tal en las misiones de Camerún, por lo que fue condecorada. Fue una persona abierta y comunicativa muy entregada a Cristo, pero que no sintió la vocación religiosa. En 1923 escribió su primera comedia, alcanzó celebridad por obras entretenidas y edificantes que se estrenaron en  numerosos países, incluso interpretando ella algún papel. En 1936 comenzó a transcribir sus diálogos con el Señor, una experiencia mística que vivió durante años. Fue dirigida espiritualmente por varios sacerdotes, que dieron luego testimonio de su paz interior. En uno de sus cuadernos escribe las siguientes palabras que escuchó de Cristo: "Tú has estado siempre bajo mi dirección". Todos esos escritos se agruparon en volúmenes agrupados bajo el título Él y yo. Murió después de experimentar durante varios meses dolencias respiratorias y pérdida de visión, que sobrellevó con el mismo espíritu de conformidad con la voluntad de Dios que guió toda su vida.