392. 18 de febrero. En la casa "Santa Rosalia". Debiendo tomar el tren para representar ese mismo día en el Havre, yo me atormentaba por el retraso de la Misa. Con un dulce reproche me dijo: "Yo sé esperar. Y tú no tienes que hacer nada, fuera de hablar conmigo.. .

393. 23 de febrero. En una avenida de Nantes, a las cinco y media de la mañana, decía yo: "Jesús, estamos solos." Me corrigió: "Di ‘mi’ Jesús. ¿Acaso no te gusta a ti que Yo te llame ‘Mi’ Gabriela'?".

394. 24 de febrero. En Notre Dame, después de la comunión. "¿No puedes vivir conmigo como con tu mejor y más poderoso Amigo, en una gran simplicidad?

¡Cuántas oportunidades de ser gentil y servicial has perdido en todos estos viajes! Tienes que pensar en los detalles de la bondad; recuerda que cuanto haces a los otros, a Mí Me lo haces."