833. 8 de febrero. Cuarenta Horas, con las Reparatrices. Yo contemplaba el descendimiento de la Cruz. "Pon a la humanidad entera, junto conmigo, en el Regazo de Mi Madre, para que Ella cure nuestras llagas, cierre nuestras heridas y nos embalsame para la Resurrección."

834. 9 de febrero. En la cuarta Estación del Via Crucis. "Cuando Me abrazó, recibió Mi Madre la fuerza necesaria para asistir a la muerte horrible de Su Hijo."
Después de la comunión: "Tú eres mi vehículo; pero no eres más que eso, un vehículo." (Con esto me decía que no son mis méritos los que me alcanzan sus favores).

8:35. 18 de febrero. Via Crucis, segunda estación. "Recibe con grande amor tu cruz de cada día, lo mismo que Yo recibí la Mía. No te digo que no sientas el sufrimiento, sino más bien que llegues poco a poco a amarlo. Es el sufrimiento lo que acerca las almas a Mí, y nadie podrá igualarme en lo que padecí."

836. 18 de febrero, a la hora de la Elevación. "Yo Soy el Expiador. Pon sobre el altar todas tus
faltas, desde las primeras que tuviste y dile al Padre, como si Se lo dijeras al oído, tiernamente tu contrición."