1394. 3 de octubre. Nantes. En la capilla de la Inmaculada.

Yo tenía mil ocupaciones.

Me dijo: Cree firmemente que cumpliendo tu deber Me amas. Puedes de esta manera amarme todo el día; no lo sientes, pero Yo lo sé y tú Me lo dijiste también en el ofrecimiento de esta mañana. Y además, ¿cuándo estás tan ocupada que no puedas consagrarme ni siquiera una mirada fugitiva?  Esa mirada Me enriquecerá, pues Yo Soy pobre de pensamientos humanos. ¡Yo, que nunca Me aparto de vosotros! Comprende Mi Deseo de ti, de todos; porque ahora llamo a las almas, como en otro tiempo llamaba a los niños.

Pero no Me falta quien reconozca Mi Voz; tú, por ejemplo. Tú sabes que Mi Voz es dulce; conoces Su Suavidad y no querrías dejar de escucharla. Es como un Reposo que te alimenta, el Sostén que te mantiene en pie, ¿Lo sientes así?

Entonces, sé tú para los otros Mi Voz. No basta con la bondad, es preciso que sea 'Mi Bon-dad'. ¿Percibes el matiz? Es la diferencia que hay entre tú y Yo. Olvida que tú eres tú. Sé Yo. Yo, que os amo en todo tiempo.
Imita. Ensaya. Vé hacia adelante, Yo te envuelvo.