760. 31 de agosto de 1939. "Hoy honrarás Mis Manos perforadas por Mi Locura de Amor. Las mirarás y amarás durante todo el día; Las pon-drás en las tuyas y en tu corazón. Le pedirás al Padre que quiera derramar esa Sangre sobre el mundo en guerra, sobre los pecadores, sobre los dirigentes de las naciones, sobre las almas humildes, pequenas y escondidas, que tienen necesidad de Mi Auxilio para aumentar Su Gloria.
"¡Aumentar la Gloria de Dios! ¡Qué ideal para un alma hermana de la Mía!"

761. 2 de septiembre de 1939. Mientras yo doblaba mi cobertor: "Ofréceme tus acciones más ordinarias, las más pequeñas, como un ramillete de flores del campo. ¿A quién no le gustan esas florecitas modestas? Teje una corona para Mí, Y para una guirnalda se necesitan muchas flores.
No te canses de ponérmelas sobre la Frente herida por las espinas. Con esto obtendrás
seguramente fuerza para los pobres soldados que parten hoy a la guerra. (Se había decretado la movilización general). Esto es la Comunión de los Santos y su Fuente Soy Yo, el primer Santo.
Bendíceme por tantas Gracias como te he concedido. La gente tiene por natural que Yo dé, pero no se acuerda de agradecer. Pero Mi Corazón gusta de que se le den las gracias, pues la gratitud enciende el amor. Es una palabra de amor."

762. 4 de septiembre, primer día de la guerra. "Pídele a San Miguel que se ponga a la cabeza de los ejércitos franceses como se puso a la cabeza de los ejércitos angélicos para derrotar a los demonios."

763. 7 de septiembre. Yo me humillaba por tantas distracciones. "Ofrécemelas de todos modos; es siempre algo de ti. Dámelas, para que Yo las repare y ponte con frecuencia delante de Mí, Mi pequeña."