306. 13 de octubre. Yo salía temprano de París y no había podido comulgar porque los templos estaban cerrados. Desde un campanario que vi desde el tren, Jesús me dijo: "Yo lo siento más que tú."

307. En la estación de Bordeaux. A las 5 de la mañana. "Vive como en una perpetua fiesta: la Fiesta de la Voluntad de Dios."

308. Yo pensaba demasiado humanamente en el éxito. El me dijo: "Recuerda que un día vendrá en el cual darás a las cosas de la Tierra un valor muy diferente del que les das ahora."