1326. 16 de junio. Un jueves, en el campo.

Gracias, mi Señor, de haber inventado para nosotros el sacramento de la Eucaristía un jueves, hace mucho años.

El: "Pequeña hija de la Santísima Trinidad, Mi Delicadeza infinita preparaba de largo tiempo atrás en Mi Corazón este Don para la Humanidad. Regalo digno de un Dios. ¿Qué podía Yo dar de más íntimo, más rico y más precioso, como no fuera Yo mismo? Cuando tú te des a los otros, ten en el pensamiento a tu gran Amigo y pon en tu relación con los otros la más fina delicadeza. Tente tú misma por nada, inventa alguna manera nueva de dar gusto sin retorno sobre ti misma. Esto es más fácil cuando se Me mira a Mí en el prójimo. Aun cuando él no se parezca a Mí, sin embargo, él Soy Yo. Porque todos son creaturas Mías y son salvos por Mí, si quieren.

Considera en el Evangelio todas Mis Delicadezas de palabra y de acción con Mis amigos y con Mis pecadores, cuando dije: 'Tampoco Yo te condenaré'; '¿Por qué molestáis a esta mujer?'; 'Si tú supieras el Don de Dios'; 'Pedro, he rogado por ti'; 'Si Yo no Me voy, el Consolador no vendrá a vosotros'; 'Amigo, ¿para qué has venido?'; 'Padre, perdónales'; 'Hoy estarás conmigo en el Paraíso.' 

Ya lo ves, en Mis Palabras no había sino Bondad y Amor. ¡Amor! Pídeme por tu prójimo y cuando lo hayas conseguido, verás la diferencia; qué simplicidad, qué riqueza y que irradiación por tu medio. Pídeme el Amor, Soy Yo Quien Lo posee y Lo doy a quien Yo quiero. Pero hay que pedirlo, hay que tomarlo de Mi Corazón. ¿Quieres?"

 

 Gabriela Bossis (1874-1950) fue la menor de cuatro hijos en una familia católica francesa que la educó cristianamente. Se diplomó en enfermería y sirvió como tal en las misiones de Camerún, por lo que fue condecorada. Fue una persona abierta y comunicativa muy entregada a Cristo, pero que no sintió la vocación religiosa. En 1923 escribió su primera comedia, alcanzó celebridad por obras entretenidas y edificantes que se estrenaron en  numerosos países, incluso interpretando ella algún papel. En 1936 comenzó a transcribir sus diálogos con el Señor, una experiencia mística que vivió durante años. Fue dirigida espiritualmente por varios sacerdotes, que dieron luego testimonio de su paz interior. En uno de sus cuadernos escribe las siguientes palabras que escuchó de Cristo: "Tú has estado siempre bajo mi dirección". Todos esos escritos se agruparon en volúmenes agrupados bajo el título Él y yo. Murió después de experimentar durante varios meses dolencias respiratorias y pérdida de visión, que sobrellevó con el mismo espíritu de conformidad con la voluntad de Dios que guió toda su vida.