1380. 6 de julio. Iglesia de Fresne. Hora Santa.

Yo Le dije: Señor, Te doy las gracias por haberme hecho escapar del bombardeo de ayer.

Me dijo: Dame todos tus agradecimientos, pues todos me los debes. Tú misma no eres nada y todo cuanto tienes Yo te lo di. Esos pequeños agradecimientos me complacen; todo cuanto sube del corazón de Mis pequeños es un regalo para Mí.

Encántame multiplicando tus sonrisas interiores; es el don de tu vida y se lo haces a Quien te la dio. Yo lo tomo todo. Y si trabajas por la Redención, estarás sobre Mi Corazón; te llamaré Mi ayudante y te ayudaré para que realmente lo seas. Esto nos aliviará a los dos. Pedirás mis Gracias como si Me tuvieras compasión; tanto así es mi Deseo de dártelas. ¿Estás segura, hija Mía, de que deseas recibirlas tanto como Yo deseo dártelas?

 Gabriela Bossis (1874-1950) fue la menor de cuatro hijos en una familia católica francesa que la educó cristianamente. Se diplomó en enfermería y sirvió como tal en las misiones de Camerún, por lo que fue condecorada. Fue una persona abierta y comunicativa muy entregada a Cristo, pero que no sintió la vocación religiosa. En 1923 escribió su primera comedia, alcanzó celebridad por obras entretenidas y edificantes que se estrenaron en  numerosos países, incluso interpretando ella algún papel. En 1936 comenzó a transcribir sus diálogos con el Señor, una experiencia mística que vivió durante años. Fue dirigida espiritualmente por varios sacerdotes, que dieron luego testimonio de su paz interior. En uno de sus cuadernos escribe las siguientes palabras que escuchó de Cristo: "Tú has estado siempre bajo mi dirección". Todos esos escritos se agruparon en volúmenes agrupados bajo el título Él y yo. Murió después de experimentar durante varios meses dolencias respiratorias y pérdida de visión, que sobrellevó con el mismo espíritu de conformidad con la voluntad de Dios que guió toda su vida.