977. 5 de septiembre, antes de la comunión. Yo decía: "Me gustaría saber cómo está mi alma
cuando puede agradar no a la Misericordia, sino a la justicia." El: "Pero en esta Tierra no hay lugar sino para la Misericordia. La Justicia queda reservada para más tarde. "Portaos pues como los niños mimados; pues, para Dios, lo sois. Tenedlo entendido así." Yo. "Señor, Te quiero dar de manera particular los instantes que voy a pasar con ese enfermo al que no puedo aún hablarle sino de cosas profanas." El: "Aprende a ser paciente uniéndote a la Paciencia con que Yo lo espero."

978. 10 de septiembre. "Que tu dolor sea grande cuando se pasa un día sin que pienses en Mí. Y que esa dolor lo inspire el temor de que Mi propio Dolor sea mayor que el tuyo."

979. 11 de septiembre. Yo pedía con insistencia que los alemanes abandonaran mi casa de
Nantes, para poder yo ir a habitarla. El: "Y Yo te pido que te pongas en estado de hostia. Acepta lo que tenga que suceder, pues te vendrá de Mí. Está dispuesta a consentir en todo, en Unión conmigo, que Me ofrecí como Víctima por todos, incluso para Mis Verdugos.. . "Alégrate, Mi pequeña hostia (yo tenía un terrible dolor de muelas), alégrate; no hay nada más bello que el estado de víctima. Es el Mío."

Gabriela Bossis (1874-1950) fue la menor de cuatro hijos en una familia católica francesa que la educó cristianamente. Se diplomó en enfermería y sirvió como tal en las misiones de Camerún, por lo que fue condecorada. Fue una persona abierta y comunicativa muy entregada a Cristo, pero que no sintió la vocación religiosa. En 1923 escribió su primera comedia, alcanzó celebridad por obras entretenidas y edificantes que se estrenaron en  numerosos países, incluso interpretando ella algún papel. En 1936 comenzó a transcribir sus diálogos con el Señor, una experiencia mística que vivió durante años. Fue dirigida espiritualmente por varios sacerdotes, que dieron luego testimonio de su paz interior. En uno de sus cuadernos escribe las siguientes palabras que escuchó de Cristo: "Tú has estado siempre bajo mi dirección". Todos esos escritos se agruparon en volúmenes agrupados bajo el título Él y yo. Murió después de experimentar durante varios meses dolencias respiratorias y pérdida de visión, que sobrellevó con el mismo espíritu de conformidad con la voluntad de Dios que guió toda su vida.