299, 1o de octubre de 1937. Al tiempo, de la aurora . Al despertar. "No nos hemos visto desde ayer por la tarde. Ten mayor confianza en Mis Méritos, Me darás gusto. Yo no pensé sino en vosotros cuando vivía sobre la Tierra. No pienses sino en Mí. Que Yo sea tu Vida. "Pide sin cesar que el Espíritu de Santidad, el Espíritu Santo, venga a poseerte. Y pídelo por medio de Aquella que El cubrió con Su Sombra. Mi Madre. Vuestra Madre. Honra a Mi Madre hasta en el Pensamiento eterno de Dios."

300. En la Misa. "¿Tendrías tú la humildad de esconderte bajo un pedacito de pan y un poco de vino?
"Hoy, jueves, vive para la Hostia como otra hostia.
"Y cuando tus sentimientos sean insuficientes, toma los Míos.
"Nunca sabrás con cuánto respeto Me dirijo Yo a las almas. ¡El respeto por su libertad!"

301. "Si pensaras más en Mí, cometerías menos faltas... ¡Entiende pues el placer que Me das cuando lo abandonas todo a Mi Providencia! Confíate toda. Teje el tejido de tu alma, el que la va a revestir por toda la Eternidad. "Hazme conocer de aquéllos que no se atreven. Porque es amándome como se aprende a amarme. No vivas sino para Mí. Que tu vida sea Yo."

302. 3 de octubre de 1937. "La medida de tu amor para Mí ha de ser amarme sin medida. Te
pagaré con Amor. Divide tu día para que tengas mayor seguridad de ofrecérmelo todo. Ofréce-me
esa Visita, esa otra ocupación. Mírame siem-pre a Mí, nunca a ti. Sube por encima de tus
pequeñas preocupaciones para no pensar sino en Mí."