465. 15 de junio. Cuando yo mortificaba mi cuerpo pensando en la hora de Su flagelación, me dijo: "Únete. Entra en Mi sufrimiento, con mucho amor. El amor es lo que importa." Después de una obra de Caridad, Le dije: "Señor, dame Tu Bondad, pues la mía no es suficiente," Me contestó: "Tómala toda. Porque, hija, puedes creerme si te digo que por ti sola habría Yo venido a la tierra a sufrir y morir." (Esto lo dijo con inmensa ternura).

466. 16 de junio. Yo me disponía a dormir en el suelo y Le dije: "Señor ven aquí." Me
respondió:"Estoy de ti mucho más cerca que cerca: estoy en ti y tú estás en Mí." "Señor, he dormido en el suelo, como dormías Tú; pero no he velado noches enteras como lo hacías Tú." Me contestó: "Pero Yo he velado por ti."

467. 17 de junio. Durante mi tiempo de descanso, me dijo: "No es cierto que la esposa acaba por asemejarse a su Esposo a fuerza de estar con El? Y el Esposo se siente feliz de encontrar en ella esta semejanza. Toma de Mi gracia. Toma de Mi encanto y pásalo a los otros. Dime 'buenos días' a cada despertar, como si llegaras al Cielo. Te acordarás de que el día de tu Primera Comunión no te atrevías ni a moverte, tanta así era tu seguridad de que Yo estaba en tu cuerpo. Sí, aquí estoy."