914. Al entrar en la iglesia vacía, yo pensaba: "¿Podré durar aquí una hora? El: "¿Qué importa el tiempo? Tú estás aquí, Yo también. Lo importante es que nos amemos.”

915. En la terraza. "Señor, con qué se hace el amor de Dios?" El: "Con la voluntad."

916. 19 de junio de 1940. Me refugié providencialmenle en un vagón para animales hasta llegar a Nantes; luego tuve carro de segunda clase, con amable compañía. Llegamos a Luçon a las 24 horas. Y luego huimos, con unas Ursulinas de Beaugency, en un carro que llevaba quesos.
Llegados a Curzon, cerca de la Tranche, yo Le daba las gracias a Jesús por todas Sus Aten-ciones. Le dije: “Se diría que no me has abandonado un solo instante." Me contestó: "¿Lo dudas?"

917. 20 de junio de 1940. Invasión alemana. Me refugié en C. "Ofréceme pensamientos de
confianza. Me honrarán como un incienso a Mi Bondad. ¿No os dije que recibiréis según vuestra Fe? No temas si los alemanes vienen. Seré Yo, en ti, Quien los reciba. Ha llegado la hora de la prueba, no pierdas nada de ella."