"¡Jesucristo ha nacido! ¡Salid demonios! ¡Os ordeno que salgáis!", gritaba el rapero Lamar Devenport, simulando el gesto de acuchillar -aunque sin arma en la mano-, en una calle de Manhattan, junto al cuerpo desangrado y tirado en el suelo de Edena Hines, su exnovia y nieta del popular actor Morgan Freeman. Así lo encontraron los agentes.

La policía detuvo al rapero de 30 años como presunto autor de las 16 puñaladas que acabaron con la vida de la joven de 33. La policía recibió una llamada sobre las 3 de la mañana y trasladaron de inmediato el cuerpo al hospital de Harlem, pero no pudieron hacer nada por su vida. 

La prensa neoyorquina (con el New York Post en primer lugar) ha hablado en sus titulares de un "exorcismo", pero la única razón para ello parecen ser los inconexos gritos del rapero, que tiene un largo historial de abuso de drogas y antecedentes policiales. El músico, padre de dos hijos, ha sido trasladado a un centro médico en Nueva York para someterse a pruebas psicológicas antes de ser interrogado por la policía.

El actor Morgan Freeman ha expresado su dolor: Edena Hines no era su nieta directa, sino de una exmujer de Freeman, pero el intérprete siempre la trataba como tal. El popular intérprete, que llegó a interpretar a "Dios" en varias comedias, expresó desde Facebook que agradece "las tremendas muestras de amor y el apoyo que mi familia ha recibido en relación con la trágica, y sin razón, muerte de mi nieta Edena Hines. Gracias desde el fondo de mi corazón".