Aleteia ha entrevistado al doctor Walter Cascioli, médico psiquiatra, portavoz y asesor científico de la Asociación Internacional de Exorcistas (AIE), que ha recibido recientemente el reconocimiento jurídico (decreto del 13 de junio) de la Congregación para el Clero del Vaticano, la cual reúne aproximadamente 300 exorcistas de todo el mundo.

Sobre el número de personas que reciben asistencia y rituales de exorcismo por parte de la Asociación aún no hay cifras oficiales. Lo cierto es que “sabemos por lo que nos refieren los sacerdotes exorcistas, que los casos están en constante aumento debido a la prácticas del ocultismo y la falta de fe”, aseguró Cascioli, también miembro del equipo docente del curso de Exorcismo y oración de liberación organizado por el Ateneo Pontificio Regina Apostolorum de Roma.

El padre Francesco Bamonte desde 2012 es el presidente de la Asociación y recuerda que Dios ha llamado a algunos sacerdotes al “ministerio del exorcismo y de la liberación”. Precisamente, junto a la misión de los sacerdotes que tienen el mandato oficial a través del obispo de exorcizar, las recomendaciones de la Iglesia que acompañan el ritual del exorcismo incluyen la asistencia profesional de expertos en medicina o psiquiatría. Por esto, hemos conversado con Cascioli, psiquiatra de 58 años con más de 30 años de experiencia profesional y especialista en psiquiatría.




-El aumento de la actividad demoniaca extraordinaria, es decir de las infestaciones, obsesiones, vejaciones y posesiones, aumenta debido a la falta de fe y por el aumento de prácticas esotéricas, magia y ocultismo. Estas prácticas involucran millones de personas y pueden abrir el camino a las posesiones diabólicas o a otras manifestaciones de la actividad demoníaca extraordinaria.


-La posesión diabólica es la más grave actividad demoníaca extraordinaria. Recordamos que la actividad ordinaria del diablo está representada en la tentación. Hago énfasis en este aspecto porque la tentación es lo que abre el camino a fenómenos más graves.


-La aversión a todo aquello que es sagrado. Repugnancia a la oración, a todo lo que es bendecido aun si no se tiene conciencia de que lo sea, inesperadas reacciones de violencia en personas de una índole diversa. Se manifiesta con blasfemia, agresiones físicas, reacciones furiosas si se bendice o se ora ante la persona.


-No son suficientes para hacer una diagnosis de posesión diabólica.


-Otros síntomas son conocer profundamente materias o lenguas desconocidas al sujeto. Conocer la ubicación de objetos escondidos a la vista, conocer cosas ocultas. Entender y hablar idiomas desconocidos. Manifestar una fuerza sobrehumana anormal para la edad y la condición física de la persona. A veces, se manifiesta en el marco de una agitación psicomotora, la cual sin explicación no responde a la terapia sedativa farmacológica.


-Seguramente este fenómeno extraordinario de la levitación puede sumarse a los síntomas antes mencionados de la actividad diabólica. Es un indicio de posesión. Existen también otros síntomas extraordinarios. Clarividencia del pasado y del futuro. Materializaciones. Estos son algunos de los elementos de diagnosis de posesión diabólica.


-No es fácil saberlo, sobre todo si no se conoce la materia. Recuerdo que estos síntomas son claros solo si se manifiestan juntos. A veces es difícil reconocerlos. Se confunden con enfermedades psiquiátricas que se deben a causas naturales. En cambio, la posesión demoniaca se debe a causas preternaturales. Los síntomas de la posesión en ocasiones pueden parecer una enfermedad psiquiátrica. Por lo tanto pueden confundir. Las personas que llevan una vida desordenada pueden confundir los síntomas. Esto no es suficiente para hablar de posesión.

-El padre exorcista decide caso por caso. El padre decide si involucrar un médico psiquiatra. Este profesional debe tener una preparación académica pero también espiritual. Hay médicos que no creen en la existencia del diablo. No reconocen la actividad demoniaca ordinaria o extraordinaria. […] Los exorcistas a veces se encuentran en dificultad cuando envían a sus pacientes a los psiquiatras que no tienen fe y que no reconocen al maligno.

-Son aquellas como la esquizofrenia o el trastorno obsesivo. Esto por ejemplo en los casos de obsesión diabólica. En un marco de psicosis delirante podría, depende de los casos, parecer una posesión demoniaca. Debemos por lo tanto considerar estas patologías con una gran atención y con la competencia que se requiere para ello.


-Muchas de las cosas que hemos mencionado implican a personas que viven fuera de la gracia de Dios en la mayor parte de los casos. Personas que viven en situaciones de pecado mortal. Es claro que para un creyente el primer paso es reconciliarse con Dios a través de la oración, la Sagrada Escritura y los sacramentos. La persona puede seguir un camino de fe acompañado por un padre espiritual. Por su puesto, si estas personas manifiestan problemas psíquicos o médicos pueden pedir la ayuda de un especialista.


-Es difícil cuantificar el fenómeno, debido a que las fuentes son diversas. Puedo decir que seguramente al exorcista que usted citó, un exorcista de clara fama internacional, le llegan probablemente un número superior de casos de problemas preternaturales en relación a los casos psiquiátricos. A mí, como especialista, me llegan muchos casos psiquiátricos y constato que existe un porcentaje muy bajo de casos que requieren un exorcismo

-He asistido a más de cien casos. He sido asistente del famoso exorcista padre Gabriel Amorth, presidente honorario y fundador de la Asociación Internacional de Exorcistas.


-Ciertamente es muy importante acoger a las personas que se dirigen a nosotros. Es tan importante para un sacerdote como para un médico. Escuchar a las personas. Consolarlas. Ayudarlas a entender si se trata de un temor injustificado, de un miedo, de un problema psicológico, psiquiátrico o de un problema preternatural.


-Por fe. Conociendo el magisterio de la Iglesia y el contenido de las Sagradas Escrituras. He reconocido la existencia de la actividad demoniaca. En la Biblia 118 veces se cita a Satanás, el diablo, el maligno. 84 veces en el Nuevo Testamento. 34 veces en el Antiguo Testamento. Sería suficiente esto para creer en la presencia del diablo. Entretanto, por gracia de Dios, he tenido la posibilidad de darme cuenta asistiendo a tantas personas de la actividad del maligno en el hombre.


-Hay mucha ignorancia entre médicos y psiquiatras. Más allá́ del hecho de creer o no. Estas cosas existen realmente. Y entonces yo digo: quien toca el cable de alta tensión muere, tanto quien lo sabe como quien no. El efecto no cambia. Hay que ser prudentes, porque las consecuencias pueden ser dramáticas.


-Una de sus estrategias es el engaño, que en nuestra sociedad es siempre muy presente. Sobre todo en personas que privilegian la razón y el intelecto y no viven la fe. Se dice que es una herencia de otras épocas como la Edad Media. Esto no es verdad. Es una realidad que aún hoy está tan presente como cuando Jesús hace dos mil años realizaba exorcismos; liberaba del demonio.


-La estrategia más común es hacernos creer que no existe. Es suficiente leer la Biblia. Pero me gusta citar a un autor no católico como Charles Pierre Baudelaire, que dice “el engaño del diablo consiste en hacernos creer que no existe.


-Quedamos consternados, conmocionados ante la actividad demoniaca, pero sobre todo por el gran sufrimiento de tantos de nuestros hermanos. No tenemos que temer al diablo porque creemos en Dios. Las personas que tienen miedo del diablo es porque se han alejado de Dios. Invito a todos aquellos que temen la actividad del maligno a alejarse del pecado. Recuerdo como la actividad demoniaca ordinaria, con la tentación, nos lleva a pecar porque es la puerta por donde entran todos los trastornos de los cuales hemos hablado.


-Tampoco en este caso podemos confundir problemas psiquiátricos que tienen raíz en una causa natural. Los problemas psiquiátricos no se deben confundir con trastornos que se hallan fuera del ser, del estado natural de la persona (preternaturales) y que tienen origen en la actividad del maligno. La depresión es una enfermedad psiquiátrica que no se debe confundir con la tristeza. Ese estado de animo que todos algunas vez en la vida hemos probado y que es pasajero.

La depresión es una tristeza profunda, vital, que tiende a perdurar y que no depende de factores externos. Es un desnivel del eje del timo. La depresión es curada con buenos resultados por los psiquiatras. En ocasiones, en algunas formas de depresión, sobre todo cuando hay un deseo de muerte o suicidio, se sabe que el maligno también se manifiesta de esta manera.

De todos modos, hay que evaluar con atención signos, síntomas, marco clínico de la depresión, para saber si es de origen psiquiátrico y evaluar con atención la problemática espiritual que puede estar relacionada a estos síntomas.

-La Asociación Internacional de Exorcistas promueve la formación de base y permanente. Además de favorecer los encuentros entre los exorcistas a nivel nacional e internacional. La idea es que compartan las propias experiencias y reflexionen juntos sobre el ministerio conferido. Asimismo, la AIE favorece el ingreso del exorcista en la dimensión comunitaria y en la pastoral ordinaria de la Iglesia local.

La Asociación promueve el recto conocimiento de este ministerio entre el pueblo de Dios, además de promover estudios sobre el exorcismo en sus aspectos dogmáticos, bíblicos, litúrgicos, históricos, pastorales, espirituales. Obviamente la AIE busca promover una colaboración cada vez mas cercana entre personas expertas en el campo médico y psiquiátrico que también tienen conocimiento de la realidad espiritual.


-Las historias son diversas porque cada persona es diferente. Lo único que no cambia es la presencia del maligno. A veces las manifestaciones presentan características particulares. Hay situaciones en las cuales se requieren años de exorcismos. Son personas que sufren porque tienen problemas que inciden a nivel afectivo, laboral y familiar.


-El gran sufrimiento de las personas. El nivel de postración física, moral, psicológica y espiritual. En este ministerio de consolación y de liberación estamos comprometidos en apoyar a millones de personas que en el mundo tienen necesidad no sólo de ser liberadas del maligno y sino de recibir ayuda para salir de situaciones de sufrimiento.

-Recuerdo el caso de un señor anciano de constitución física frágil que de repente estaba dotado de una fuerza sobrehumana. Una fuerza superior a la edad y al cuerpo. El anciano no respondía a los fármacos. El hombre estaba solo con el sacerdote exorcista cuando de un momento al otro con una sola mano alzó una mesa de roble macizo. Algo que necesita de la fuerza de varias personas.

-Lamentablemente. Se pueden verificar casos de este tipo. Los maleficios que se han hecho sobre una madre durante el embarazo pueden ser la fuente del problema. Recuerdo el caso de un niño de 10 años que había sido objeto de un maleficio. Podríamos decir que se trataba de una venganza transversal, porque primero habían sido afectados sus parientes, sus padres y luego el niño.


-Sufría varios trastornos físicos y psíquicos. Y se manifestaba en una fenomenología extraordinaria. Desde pequeñito, sin estudiar, sabía tocar el piano con dotes de un músico profesional. Habían otros síntomas. El sufrimiento era mucho.

-Sí, (en este caso) es una manifestación esporádica. Sin embargo, si existen otros síntomas, como los antes mencionados, la persona podría dirigirse a un sacerdote.


-Recuerdo una señora anciana analfabeta que se expresaba en sánscrito. Afortunadamente estaba presente en el exorcismo un sacerdote estudioso de letras antiguas y logró reconocer el idioma.

-El espíritu maligno que poseía la persona expresaba odio hacia Dios y el hombre. Rabia hacia quien combate el mal, el padre exorcista. El diablo odia al hombre porque el hombre es el hijo amadísimo de Dios.


-Puedo decir que la curiosidad no ayuda. La curiosidad empuja al hombre al conocimiento, pero algunas veces lo lleva a hacia cosas de las cuales es mejor estar lejos. La curiosidad al mundo del ocultismo, lo esotérico, la magia es nefasta. A veces las medicinas alternativas no son compatibles con la fe.


-El Reiki, una terapia de origen japonés para curar con las manos. Hay que distinguir cómo se acercan las personas a estas prácticas, si por ignorancia o de buena fe, sin darse cuenta de lo que significa fundamentalmente. Sería mejor reflexionar antes de acercarse a estas prácticas.