"Este domingo, Michelle, Malia, Sasha y yo nos uniremos a todos nuestros hermanos cristianos del mundo para celebrar la Resurrección de Cristo, la salvación que ofreció al mundo y la esperanza de la Pascua".

Así comienza el mensaje semanal de Barack Obama, difundido por la Casa Blanca con fecha de hoy, Sábado Santo, apenas veinte días después de su encuentro en el Vaticano con el Papa Francisco.

"Estos días santos hunden sus raíces en los milagros que tuvieron lugar hace mucho tiempo. Y sin embargo continúan inspirándonos, guiándonos y fortaleciéndonos. Nos recuerdan nuestras responsabilidades hacia Dios y, como hijos de Dios, nuestras responsabilidades unos con otros", continúa el presidente norteamericano, no solamente un decidido impulsor del aborto, sino cuya orden a todas las empresas e instituciones para que los seguros médicos de sus empleados cubran políticas anticonceptivas y abortivas podría potencialmente cerrar todos los colegios y hospitales católicos del país.

"Para mí, y para innumerables otros cristianos, la Semana Santa y la Pascua son momentos de reflexión y renovación", afirma: "Recordamos la gracia de un Dios magnífico que nos ama tan profundamente que nos entregó a su único Hijo para que pudiésemos vivir en Él. Recordamos todo lo que Jesús hizo por nosotros (el desprecio de las masas, la agonía de la cruz) para que nuestros pecados fuesen perdonados y gozásemos de vida eterna. Y nos comprometemos a seguir Su ejemplo, a amarnos y servirnos unos a otros, particularmente a los últimos entre nosotros, tal y como Él nos ama a todos".

Tras referirse a un compromiso común de amor mutuo y a una "misión universal" entre cristianos y judíos, musulmanes, hinduistas o sijs, creyentes o no creyentes, Obama concluye: "Para mí, la Pascua es la historia de una esperanza, la creencia en que vendrán días mejores... Así que deseo a todos los cristianos que lo celebran, de parte de mi familia para vosotros, Felices Pascuas. Dios os bendiga, y Dios bendiga a este país al que amamos".