El  presidente de los Estados Unidos confesamente católico, Joe Biden, enfrenta desde comienzos del fin de semana una creciente campaña de oposición con especial fuerza entre católicos y cristianos de todo el mundo, especialmente de Estados Unidos. El escándalo comenzó el viernes Santo, cuando tras llamar a todos los estadounidenses a "mejorar la vida y alzar la voz de todas las personas transgénero" el mandatario estadounidense proclamó el 31 de marzo como día internacional de la Visibilidad Transgénero: este año, la fecha escogida coincidía con un domingo de Resurrección celebrado por millones de católicos y otros cristianos en todo el mundo, pero no encontró mención alguna por parte de Biden.

"En el Día de la Visibilidad Transgénero, rendimos homenaje a la extraordinaria valentía y las contribuciones de los estadounidenses transgénero y reafirmamos el compromiso de nuestra nación de formar una Unión más perfecta, en la que todas las personas sean creadas iguales y tratadas por igual durante toda su vida", mencionó.

En unas palabras carentes de cualquier alusión o referencia religiosa, Biden declaró sentirse orgulloso de que su administración "haya defendido la justicia desde el principio, trabajando para garantizar que la comunidad LGBTQI+ pueda vivir abiertamente, con seguridad, dignidad y respeto".

Decidido impulso a la industria del aborto y transgénero: "Os queremos"

Acto seguido se dirigió "a todos los estadounidenses transexuales": "Os queremos, os escuchamos, os comprendemos. Pertenecéis a un colectivo. Sois América, y toda mi Administración y yo os cubrimos las espaldas".

En su mensaje, Biden también reconoció sentirse orgulloso por su servicio y propuestas afines al lobby transgénero, como promocionar que los reconocidos como trans sirvan en el ejército, por la "protección" de derechos LGBT en materia de vivienda, empleo, sanidad o educación o por el nombramiento de cargos trans en su administración. Uno de los casos más sonados fue el de Richard Levine como "subsecretaria" de salud de los Estados Unidos, presentado como "Rachel".

"Estoy orgulloso de haber promulgado la Ley de Respeto al Matrimonio, que garantiza que todos los estadounidenses puedan casarse con la persona que aman", agregó.

Una tradición que se vive de forma muy marcada durante el domingo de resurrección es la de la búsqueda de los huevos de pascua, previamente decorados y elaborados por familias, padres e hijos de todos los estratos sociales y estatales.

En este caso, sí hubo una referencia religiosa por el mandatario pero no especialmente proclive: en el concurso de elaboración de huevos para los hijos y niños de las familias de la Guardia Nacional, una de las normativas pasaba por no incluir un denominado "contenido cuestionable" o polémico como "símbolos religiosos o temáticas abiertamente religiosas", aún siendo una festividad con estrechas vinculaciones a la celebración religiosa.

A estas medidas y declaraciones se agregan otras por las que el mandatario ha ocupado polémicas y portadas de grandes medios de comunicación como su decidido impulso a la industria del aborto a lo largo de todo su mandato.

"Antes se excomulgaba a personas como él"

Un posicionamiento que a lo largo de los últimos días ha llegado a ser respondido por cardenales como Gerhard Müller con el llamado a los obispos estadounidenses a que pronuncien "con absoluta claridad que todo aquel con responsabilidad pública que, como católico, esté promoviendo este infanticidio, que quede excomulgado".

La probabilidad o llamado de excomunión a Biden no es nueva. Al menos en una ocasión ya le fue denegada la posibilidad de comulgar en 2019, posibilidad que mantenía abierta el documento de los obispos estadounidenses El significado de la Eucaristía en la vida de la Iglesia, publicado en 2021.

La tesis ha cobrado apoyo en los últimos años y meses. El último en pedir la excomunión del dirigente estadounidense ha sido el exprefecto de Doctrina de la fe y cardenal, Gerhard Müller, durante una entrevista concedida a Life Site News en Roma.

Entrevistado en torno al aborto, el cardenal afirmó que el término ya de por sí "es demasiado blando" para hablar de "la realidad" de su significado, "matar, asesinar a una persona viva".

"No hay derecho a matar a otra persona. Va totalmente en contra del quinto mandamiento"; comentó.

Por ello dijo que Biden, aunque "nominalmente católico, es en realidad un nihilista, cinismo y nihilismo absoluto".

Basándose en el ejemplo de San Ambrosio de Milán y su excomunión de Teodosio, el cardenal Müller recordó cómo "en otros tiempos se excomulgaba a personas como él. En otros tiempos los Papas y los obispos no tenían miedo de excomulgar, como San Ambrosio de Milán. Él se levantó y también nosotros deberíamos levantarnos y sin mirar las consecuencias para nosotros tenemos que levantarnos y abrir la boca por los inocentes y proteger su vida".

Preguntado directamente al respecto, secundó el llamado a la Conferencia Episcopal de los Estados Unidos a que, con otros líderes religiosos, "emitan una declaración clara y contundente de que el aborto va en contra de todas las normas y principios de humanidad". Del mismo modo, apoyó la posibilidad de que los obispos digan "con absoluta claridad, que todo aquel con responsabilidad pública que, como católico, esté promoviendo este infanticidio, que quede excomulgado".

Antes de concluir, el cardenal Müller manifestó su apoyo a la novena de nueve meses recientemente lanzada por el cardenal Raymond Burke y dirigida a Nuestra Señora de Guadalupe, Patrona de las Américas y de los no nacidos. Una iniciativa que podrá servir, para, según Müller, promover la "conciencia y un movimiento mundial católico, ya que los opositores a la Iglesia tienen todo el poder de los medios de comunicación y detrás de ellos están las organizaciones internacionales".

Por su parte, Francisco se ha mostrado generalmente reacio a aplicar tal medida. Como recogieron multitud de medios tras el inicio de la polémica en 2021, tras un encuentro de Biden con Francisco, el mandatario aseguró ante las cámaras que el Papa le habría animado como "buen católico" a "seguir recibiendo la comunión".