Con motivo de las protestas de indignados que asuelan las calles de Nueva York desde hace ya tres meses, el sábado pasado  se han practicado varias decenas de detenciones, lo que no tendría mayor trascendencia si uno de esos detenidos no fuera ni más ni menos que el obispo de la Iglesia Episcopaliana George Packard.

La detención se produjo cuando los indignados manifestantes intentaban ocupar una iglesia, la Trinity Church, a la que pertenece este obispo.

Según informa alguien que parece ser su propia esposa en el blog que puntualmente dota de contenido el Obispo Packard, titulado Occupied bishop, parece que la presencia del obispo ataviado de sus mejores galas episcopales en el furgón policial hizo que muchos lo confundieran con Santa Claus, gritando no sabe uno si por confusión o por diversión ¡Santa detenido! ¡Santa detenido!”

Según el link al que la misma fuente remite, parece que a los cantos de “¡Somos imparables otro mundo es posible!” el Obispo se puso al frente del movimiento Ocupa Wall Street, para trepar los muros de la iglesia de la Trinity Wall Street, iglesia episcopaliana que, según se informa, había impedido previamente a los manifestantes establecer en sus jardines sus tiendas de campaña. Actitud en la que debieron de encontrarle los treinta policías enviados a disolver la manifestación, los cuales no hallaron el menor inconveniente en engalanar el furgón con tan ilustre detenido.