Refiriéndose acerca de "la conocida antipatía de al-Qaeda por el Papa”, los funcionarios de la embajada estadounidense en 2008 pidieron al Departamento de Estado de los Estados Unidos considerar un esfuerzo para ayudar a las fuerzas de seguridad del Vaticano frente a las amenazas terroristas.

El sitio web Wikileaks ha publicado un cable de la embajada de EE.UU. en Roma del 19 de diciembre de 2008, supuestamente dirigido al Departamento de Estado. El cable, que se clasifica como "secreto", documenta una solicitud de la Embajada de los EE.UU. en el Vaticano para planificar y financiar una " mesa de ejercicio de gestión de crisis" con los servicios de seguridad del Vaticano, informa CNA.

El objetivo de este esfuerzo era mejorar las habilidades del Vaticano en una respuesta a la crisis y "promover un diálogo con el Vaticano en la lucha contra el terrorismo".
"Al-Qaida ha identificado públicamente al Papa y a la Iglesia católica como un enemigo («cruzados»), y la Ciudad del Vaticano atrae a cientos de miles de visitantes ciudadanos estadounidenses cada año, tanto turistas y peregrinos", continuaba el cable.

Según el mismo documento, el jefe del Cuerpo de Gendarmería del Vaticano, Domenico Giani, había buscado entrenamiento en seguridad específica del FBI, incluida la formación sobre explosivos, con miembros de la Gendarmería del Vaticano, en la base del Cuerpo de Marines de Quantico, en Virginia. Sin embargo, el cable informó, Giani ha sido "reacio a entablar un diálogo amplio con los Estados Unidos acerca de las capacidades del Vaticano y su preparación para responder a un ataque terrorista".

Mientras la Guardia Suiza proporciona seguridad para el Papa y los dignatarios visitantes, el Cuerpo de Gendarmería es responsable de la seguridad general y de la aplicación de la ley en el Vaticano.

Durante una conversación noviembre 2008 acerca de la amenaza de Al Qaeda en el Vaticano, Vaticano,  la oficial de la Embajada de EE.UU. Julieta Valls Noyes propone a Giani un ejercicio de simulación conjunta sobre la gestión de crisis, a la que se informa que respondieron "positivamente".

El cable de la embajada en Roma hizo notar la sensibilidad de la Santa Sede sobre el parecer estar demasiado cerca de cualquier estado particular, cosa que la embajada describió como un reto para un diálogo sobre la seguridad. Otro desafío fue "la convicción del Vaticano de que sus instalaciones deben ser de fácil acceso a todos los católicos".

Según el análisis del cable, el interés de Giani en un ejercicio de gestión de crisis fue una oportunidad para mejorar la posición de los EE.UU. para ayudar a que el Vaticano se preparara para responder a las amenazas terroristas.

Por su parte, funcionarios del Vaticano han aconsejado "prudencia" en el examen de los cables de Wikileaks. El portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, dijo que los informes reflejan "las percepciones y opiniones de quienes los escribieron" y no pueden ser considerados como expresiones de la Santa Sede o como citas exactas de sus funcionarios.