Era previsible que Yogui fuera objeto de una adaptación que mezcla imagen real con recreaciones digitales del protagonista y otros personajes, tras el éxito de otras cintas en esta línea, como Alvin y las ardillas y Garfield.
 
Como en los episodios clásicos, Yogui se dedica a robar cestas de comida de los visitantes con ayuda de Bubu, en el Parque de Jellystone. Trata de impedirlo y poner orden el guardia Smith, siempre con su uniforme verde y sombrero de ala plano, y que en esta ocasión tiene a sus órdenes al agente Jones. La llegada al parque de Rachel Johnson, directora de documentales interesada en filmar a Yogui, coincide con la puesta en marcha de un maquiavélico plan por parte del alcalde Brown, que pretende compensar el déficit municipal cambiando la calificación urbanística de Jellystone...
 
El responsable de la cinta es Eric Brevig, que procede del campo de los efectos visuales y debutó como realizador de largometrajes con Viaje al centro de la tierra. Brevig parece más interesado en los efectos digitales y la animación que en el desarrollo de personajes. Así, el guión tiene poca entidad, y los personajes son excesivamente planos. Además, los actores –Anna Faris y Tom Cavanagh encabezan el reparto- realizan interpretaciones exageradas de comedieta menor. La animación se puede calificar como eficaz, pero no resulta sorprendente al estar el listón bastante alto.
 
Al menos, apela a la nostalgia de los más mayores, con alguna que otra referencia cinéfila, y mantiene el tono positivo y amable,  por lo que es un producto indicado para los más pequeños. Además, se salva su crítica -simple pero bastante reconocible- a la corrupción política y su moraleja pro perseverancia en la consecución de los objetivos. (Decine 21)
 
Película para todos.

 FICHA TÉCNICA
Título: El oso Yogui
Director: Eric Brevig
Guión: Brad Copeland
Estreno: 18/02/2011
Duración: 80 minutos