El Papa Benedicto XVI visitará el Reino Unido en septiembre de 2010. Un reducido grupo  de personas han estado promoviendo el apresarlo apenas toque suelo británico y luego procesarlo por crímenes contra la humanidad. La razón serían los abusos por parte de algunos miembros del clero.
Entre los impulsores de esta medida se encuentran los ateos Christopher Hitchens y Richard Dawkins, quienes profesan aversión al cristianismo.

Dawkins concedió una entrevista telefónica a la cadena CNN sobre este particular. Al ser cuestionado sobre la posibilidad real del arresto, Dawkins reconoce que no se ve factible.

Interrogado por la presentadora sobre la realidad de que Benedicto XVI no dio "órdenes" para que se abusara de niños, a diferencia de auténticos criminales que ostentan alguna autoridad y sí lo hacen y por ello son juzgados por crímenes contra la humanidad, Dawkins reconoce que efectivamente no hubo ninguna orden. ¿Y entonces por qué juzgarlo por "crímenes contra la humanidad"?

Dawkins dice que por encubrimiento. Al parecer The New York Times, Associated Press, Süddeutsche Zeitung, El País y TIME son las fuentes de lectura de Dawkins pues son esos medios los que de modo insistente y erróneo han querido calumniar al Papa por ocultamiento (recomiendo ver las partes del artículos El abuso de los abusos, donde todo esto queda refutado: , y ).

Cuando la presentadora le cuestiona cómo se puede considerar crimen contra la humanidad, según el concepto de la Corte Penal Internacional (minuto 2,12), Dawkins se molesta y alza la voz(minuto 2,30) y luego vuelve a reconocer la inocencia de Benedicto XVI. Con esta introducción previa, véase el video y luego se ofrecerá alguna conclusión más.



Hacia el final, Dawkins afirma implícitamente que la Iglesia no posee autoridad moral alguna y que eso está comprobado por su postura sobre el tema, por ejemplo, del uso del condón.

El ateo británico se refiere a las palabras sobre el profiláctico que durante el vuelo de Italia a Africa dijo Benedicto XVI en 2009. Entonces el Papa afirmó que el condón no es la solución al problema del VIH. Y medio mundo le respondió y acusó de retrógrado.

 

Casualmente, cuando el máximo especialista a nivel mundial sobre el tema del VIH -que además no es católico- dijo que la afirmación del Papa era la verdad, nadie le contestó a él.

Quien así habló fue el profesor Edward Green, de la Universidad de Harvard. Sus declaraciones se pueden leer en el siguiente .

Al parecer esto de arrestar al Papa es un mero ardid publicitario para que algunos sepan que los ateos existen. Y a propósito de lo del condón, vale la pena ver el siguiente video:



Y para que sepan quién es Christopher Hitchens (fuente: Edward Pentin):

Vida y obras de un ateo

Las diatribas y peroratas anti-cristianas de Christopher Hitchens son bien conocidas.

Un periodista británico-estadounidense y polemista que una vez describió a la Beata Madre Teresa como una fanática y un fraude, y que atrae tanto el respeto como el desprecio por sus ataques mordaces a una serie de temas y personalidades contemporáneos.

Pero poca gente se ha preguntado porqué mantiene semejantes posiciones contra la Iglesia y la creencia religiosa en general. Una mirada a su pasado, con todo, ofrece algunas pistas.

Hitchens es un ex-leninista que se describe como un ateo, un - "antiteísta" - y un creyente en las opiniones filosóficas de la Ilustración. Cuando era niño, él dice que era un “niñato de la Marina", el hijo de comandante de la Royal Navy, que se rebeló contra las actitudes conservadoras de su padre. Su madre era de origen judío polaco, una mujer de una mente más liberal y cosmopolita, a la que estaba más cercano.

Desde la edad de siete años, sus padres lo enviaron a varios internados, y entre los 13 y los 17 años asistió a un internado metodista en Cambridge. La religión parecía figurar muy poco, excepto en un sentido negativo de obligaciones y disciplina. Fue a la Universidad de Oxford para estudiar filosofía, para terminar con un grado de tercera clase.

En la escuela y la universidad, Hitchens, un niño en los años 60, experimentó una vida de decadencia y conducta inmoral, que se esforzaba en abandonar. En una autobiografía que pronto será publicada, cuyos extractos se publicaron recientemente en el Times de Londres, describe en detalle lo que él llama el “sadomasoquismo" que experimentó en la escuela, la participación en encuentros lascivos a una edad temprana con los compañeros del mismo sexo, más encuentros homosexuales en la Universidad, y su atracción hacia el trotskismo.

Pero tal vez su odio por el cristianismo también pueda atribuirse, en parte, a su estrecha relación con su madre (era su hijo mayor y, según él, su hijo favorito) y los trágicos sucesos de 1973.

A los 24 años y cuando trabajaba para el New Statesman, una revista inglesa de izquierdas, Hitchens descubrió que su madre había estado manteniendo un romance con un vicario anglicano “expulsado”. Después de ocultar el asunto por algún tiempo, Yvonne Hitchens desapareció de repente con su amante, sin antes decirselo a su marido. Un par de días más tarde, Hitchens leyó en la prensa que había sido encontrada muerta en una habitación de hotel en Atenas, junto con su amante. Los dos, parece ser, habían muerto en un pacto suicida. El vicario anglicano de Atenas llevó a cabo sus funerales, "sin hacer ningún intento por disimular su disgusto al enterrar a unos suicidas", según dijo en una entrevista en mayo 2008 la revista Prospect.

Hitchens sostiene que la muerte de su madre no lo ha condicionado, y que no juega un papel muy significativo en la forma en que ha desarrollado sus creencias y actitudes.

En otro lugar, habló sobre su "innato" carácter disidente, y su aversión a convertirse en un "seguidor de un partido" - algo que él aprendió de sus día trotskistas. Sus polémicos escritos, en parte, derivan de una cita de George Orwell, uno de sus autores favoritos, de que la principal responsabilidad de un escritor es "ser capaz de decirle a la gente lo que no querría oír".

Sin embargo, eso es útil si las polémicas no resultan contraproducentes. Hitchens fue un franco defensor de la guerra de Iraq de 2003, que algunos juristas internacionales consideran ilegal. Podría decirse, por lo tanto, que se le podría haber abierto un caso con argumentos, y haberlo llevado al Tribunal Penal Internacional por crímenes de guerra, sobre la base de ser el principal animador de una guerra ilegal. Después de todo, ahora parece ser un proselitista afilado al derecho internacional, al menos cuando se adapta a sus objetivos ideológicos.

Este enfoque clarificador, junto con la oración, es quizás el método más eficaz para responder a alguien como Christopher Hitchens y sus diatribas anti-cristianas.

Como estratega político una vez avisó: "Mientras usted está explicando, está perdiendo. La respuesta es poner al otro lado en posición de tener que explicar. Esa es la clave."