La situación en Venezuela es crítica. El hambre y el desabastecimiento marcan el día a día en el país mientras Maduro se aferra al poder y ataca a la oposición. El Vaticano se ha ofrecido para mediar y así evitar una violencia aún mayor. Y los obispos del país muestran su preocupación ante esta situación. El presidente de la Conferencia Episcopal, Diego Padrón, hace para Aciprensa un análisis de la situación del país y de cómo puede evolucionar la situación:

El Presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), Monseñor. Diego Padrón, señaló que pese al clima político dividido, existe una actitud de esperanza por el acompañamiento del Vaticano en el proceso de diálogo, sin embargo, exhortó a la oposición a no ceder al intento del gobierno que quiere dividirla para que se levante de la mesa de diálogo y así quedar “libre de exigencias”.

En declaraciones a ACI Prensa este 9 de noviembre, el Presidente de la CEV indicó que actualmente “el clima político está dividido” por la tensión entre el gobierno y la oposición, “que no es solamente la oposición política, sino la oposición del país democrático, del pueblo” que exige una solución inmediata al hambre y carencia de medicinas.

“Pero por otra parte –aseguró– hay una actitud de esperanza y de confianza porque está de por medio el Vaticano, dándole seriedad a la mesa de diálogo y tanto los oficialistas como la oposición tienen mucha confianza en el Vaticano”, que ha enviado como representante a Mons. Claudio María Celli.


Sin embargo, Monseñor Padrón recordó al gobierno que “tiene que dar señales” de que desea hacer un cambio político, social en el país; y que no solo consiste en la reactivación del proceso revocatorio exigido por la población, sino en la solución de los problemas “del día a día”.

“Es mucho más urgente abrir un canal humanitario que permita el ingreso de medicinas porque la población sufre”, así como “abrir un canal de respeto y consideración con los adversarios, a quienes también se continúa persiguiendo y amenazando”, porque “la amenaza no ha cesado” contra quienes disienten del gobierno.


El presidente de la Conferencia Episcopal dijo que por su parte la oposición dio “dos señales fundamentales: postergó la declaración de responsabilidad política del Presidente de la República y se suspendió la marcha al Palacio de Miraflores; pero las promesas del gobierno no se han cumplido, ni siquiera en una primera parte”.


Maduro no duda en reprimir y detener a los líderes opositores

El 24 de octubre la Asamblea Nacional –dominada por la oposición–, acordó “iniciar el procedimiento de responsabilidad política” de Maduro, acusándolo de provocar la "devastación de la economía del país" y llamándolo a presentarse el 1 de noviembre para que ofrecer sus descargos.

Sin embargo, el 1 de noviembre el parlamento acordó posponer "por unos días" el debate previsto. El diputado Julio Borges hizo este pedido "dado el hecho de que en las últimas horas el Vaticano ha entrado formalmente para intervenir en la crisis constitucional y democrática del país".

El primer encuentro entre el gobierno y la oposición se dio el 30 de octubre bajo los auspicios de la UNASUR y el acompañamiento de Mons. Celli.


Sin embargo, advirtió Mons. Padrón, “a mi juicio, el gobierno quiere, como sea, dividir a la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) para obligarlos a levantarse de la mesa de diálogo, de tal manera que si el diálogo cae, el gobierno es libre de una serie de exigencias”.

Ante esto, el Presidente de la CEV exhortó al régimen a oír a la población, “que pide y exige que gobierno y oposición se sienten a dialogar”, pero con diálogo que tenga “resultados pronto, porque no pueden ser resultados para el año que viene. El hambre y la enfermedad no pueden esperar hasta el año que viene, y los presos políticos tienen que salir pronto, porque están presos injustamente. Las medidas electorales que van a resolver los problemas también tienen que ser urgentes”.

“Y a la oposición le queremos decir que tiene una gran responsabilidad de no levantarse, de tener la capacidad de paciencia, de resistencia frente al intento del gobierno de dividirla para que se levante de la mesa. Por el contrario, la oposición tiene que ser capaz de dar propuestas para la estabilidad del país”, señaló. La próxima reunión está prevista para el 11 de noviembre.

En declaraciones el 5 de noviembre el diario La Nación de Argentina, monseñor Celli advirtió que si fracasa el proceso de diálogo “no es que la Santa Sede pierda la cara, es el pueblo venezolano el que se hunde más. Porque si acaso en una delegación o la otra quieren terminar con el diálogo, no es el Papa sino el pueblo venezolano el que va a perder, porque el camino podría verdaderamente ser el de la sangre”.

“Y hay gente que no tiene miedo de que haya derramamiento de sangre. Esto es lo que me preocupa. Francisco está jugando un papel muy fuerte. Corremos un riesgo. Vamos a ver, que Dios nos ayude”, expresó.