El sacerdote Óscar Benavides, párroco de la iglesia Espíritu Santo, en el municipio de Mulukukú, de la diócesis de Siuna (Nicaragua), ha sido declarado culpable de difundir "noticias falsas y de menoscabo a la integridad nacional".

Se trata del primer sacerdote condenado por unos delitos de los que el régimen de Ortega también acusa al obispo de Matagalpa Rolando Álvarez y a otros tantos sacerdotes, seminaristas y laicos. De hecho, el prelado es señalado en el caso del padre Benavides como el "cabecilla de acciones ilícitas".

"Reo de conciencia"

La Fiscalía del país ha solicitado una condena de 8 años para el sacerdote. Según la jueza, Benavides es culpable de "conspirar y propagar noticias falsas", por opinar en las redes sociales en contra del Gobierno de Ortega.

El 14 de agosto de 2022, el sacerdote fue llevado a la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ) en Managua después de celebrar misa, y antes de celebrarse el juicio ha permanecido retenido en aislamiento total durante 42 días.

Para Yáder Valdivia, defensora de derechos humanos en Nicaragua, Benavides es un reo de conciencia perseguido por el régimen de Ortega. Valdivia denuncia que el sacerdote tuvo un arresto arbitrario, fuera de procedimiento y donde ya se tenía redactada su sentencia. En 2022, el régimen de Ortega ha procesado a 15 miembros de la Iglesia Católica.

Persecución sistemática

Varios expertos aseguran que no se están cumpliendo los derechos constitucionales de los católicos retenidos, ya que no se les permite tener una defensa propia y se presentan testigos en su contra que ni siquiera conocen. El próximo 24 de enero será leída la sentencia del sacerdote Óscar Benavides.

La Fiscalía del país ha solicitado una condena de 8 años para el sacerdote Óscar Benavides. Su delito ha sido criticar al Gobierno en redes sociales.

El caso de Benavides se une al de siete religiosos y el obispo Álvarez secuestrados desde el 4 de agosto dentro de la Curia Episcopal de Matagalpa. Finalmente el pasado 10 de enero, Rolando Álvarez, obispo de Matagalpa, fue enviado a juicio acusado también de conspiración y propagación de noticias falsas.