Religión en Libertad

Virtudes Heroicas del «peregrino de la Virgen», de una monja, un fraile... y una laica con enanismo

De izquierda a derecha: la Hija de la Caridad Teresa Tambelli, y el diácono Pozzobon y la laica Bartolacelli. 

Publicado por

Creado:

Actualizado:

xml.err

Durante la Audiencia de este viernes 20 de junio concedida al cardenal Marcello Semeraro, Prefecto del Dicasterio para las Causas de los Santos, el Papa autorizó a promulgar diferentes decretos.

Mennella (1877-1898) y "cómo morir bien"

  • Virtudes heroicas del Siervo de Dios Raffaele Mennella, fraile de la Congregación de los Misioneros de los Sagrados Corazones, nacido el 22 de junio de 1877 en Torre del Greco (Nápoles, Italia) y fallecido allí el 15 de septiembre de 1898.

Lo más destacado en la vida del joven Raffaele fue su forma de afrontar la enfermedad en grado heroico. Su padre, hombre de profundos principios cristianos, era pescador. Su madre era "una mujer santa, que comulgaba a diario, rezaba el Santo Rosario y reunía a menudo a los vecinos para rezar la oración a la Virgen". Su familia era de modesta condición económica.  

Así describe el padre Panariello, compañero de noviciado, la última visita que le hizo, estando ya enfermo: "Me habló de la muerte y de que todos debemos estar preparados, de cómo Jesucristo nos oculta el día de nuestra muerte, de lo necesario que es santificarnos y de que la perfección consiste en hacer la voluntad de Dios, en todo, tanto en lo próspero como en lo desagradable".

"Llevo mucho tiempo como médico y hasta ahora nunca he visto a un paciente grave que se muestre tan alegre y gozoso. Otra persona con esa enfermedad ya se habría muerto de miedo, pero él aún resiste. ¡Qué suerte! Es un verdadero santo", decía su médico. Raffaele murió de una grave enfermedad a los 21 años.

"Es la una y media. Todos se han ido. Raffaele está solo con su madre. Se miran intensamente. La madre derrama algunas lágrimas. Luego se gira hacia la derecha, hacia la imagen de la Virgen María. Ha cruzado la meta. Le tomó veintiún años, tres meses y cinco días. La madre mira a su hijo muerto, vestido con su hábito religioso, sin llorar. Alguien, asombrado, le pregunta: '¿Cómo es que perdiste a este tesoro de hijo y no lloras?'. Y ella responde: '¡Cómo voy a llorar si mi hijo ya está en el Cielo!'.

"Las personas que visitan el cuerpo, al entrar en la habitación, huelen un intenso aroma a rosas y notan un rostro fresco y sonriente", cuentan las crónicas de la época.

Pozzobon (1904-1985), "el peregrino de la Virgen"

  • Virtudes heroicas del Siervo de Dios João Luiz Pozzobon, diácono permanente y padre de familia, nacido el 12 de diciembre de 1904 en el distrito de Cachoeira, en el estado de Rio Grande do Sul (Brasil) y fallecido en Santa Maria (Brasil) el 27 de junio de 1985.

Hijo de inmigrantes italianos establecidos en el sur de Brasil, João Pozzobon crece en una familia sencilla y piadosa, que reza el Rosario todas las noches. A los 10 años le dice a su padre que le gustaría ser sacerdote.  

Después de unos 10 meses decide regresar a casa, debido a que su padre necesitaba que lo ayudara en los labores del campo. Su familia era de bajos recursos. A los 14 años comienza a tener problemas de salud. Si bien era un hombre fuerte, su vista empeora progresivamente y no puede continuar sus estudios.  

João Luiz Pozzobon cargando con la Virgen.

Se casa a los 23 años y tiene dos hijos, pero a los 28 años enviuda. Cuatro años más tarde, decide casarse con Victoria Filipetto, con quien tiene otros cinco hijos. Deja su ocupación de campesino para abrir una pequeña tienda.

En 1947 su vida se cruza con el Movimiento de Schoenstatt. Participa de una jornada de formación espiritual, y también en la bendición de la primera piedra del Santuario de Schoenstatt en Santa María.

João empieza a visitar escuelas, hospitales y prisiones en la región. Y siempre a pie, llevando la imagen, que pesaba 11 kilos, en sus espaldas.

Organiza "misiones" en los pueblos: trae la imagen de la Virgen y las familias se reúnen para rezar el Rosario. Predica el Evangelio, habla sobre conversión y pregunta sobre el estado material y espiritual de las familias.

Gracias a su entrega, muchas familias regresan a la Iglesia; se organizan peregrinaciones al Santuario de Schoenstatt; se establece la adoración eucarística en varias parroquias; se construyen capillas en los pueblos.

Don João funda la "Villa Noble de la Caridad", donde construye casas para familias pobres que viven en la calle. Pozzobon y un grupo de voluntarios empiezan a distribuir ropa, comida, plantan árboles frutales y flores. 

En la mañana del 27 de junio de 1985, camina por una ruta con niebla, para ir a la misa en el Santuario de Schoenstatt de Santa María, como lo hacía todas las mañanas, cuando es atropellado por un camión. Es llevado aun con vida al hospital, pero luego fallece.

Don João Pozzobon viajó más de 140.000 kilómetros con la imagen de la Virgen Peregrina y realizó una gigantesca misión evangelizadora popular en sus casi 40 años de apostolado.

Tambelli (1884-1964), "la monja de la campana"

  • Virtudes heroicas de la Sierva de Dios Teresa Tambelli (nacida María Olga), monja profesa de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl, nacida el 17 de enero de 1884 en Revere (Italia) y fallecida el 23 de febrero de 1964 en Cagliari (Italia).

Sor Teresa Tambelli era hija del abogado Julio Tambelli y de Rosa Laime. Teresa perdió a sus padres a la edad de 13 años. A los 18 años, contra la voluntad de su tutor, decidió dedicar su vida al Señor en la Compañía de las Hijas de la Caridad

Teresa entró en el noviciado, en Turín el 1 de noviembre de 1904. Después de servir tres años en Casale Monferrato, en 1907, fue enviada a Cerdeña, en Cagliari, para servir en un asilo de la Marina, donde permaneció 57 años. En 1914, conoció a Sor Josefina Nicoli (futura Beata).

Sor Teresa continuó el legado de Sor Nicoli, heredando las obras, el método, la pureza de vida, la piedad y la generosidad incansable. Destacaba por la formación de niños discapacitados, y su principal preocupación era guiar en el espíritu vicentino a los necesitados, los marginados y los que sufren la pobreza.

Sirvió en un asilo de la Marina durante 57 años.

La imagen que la mayoría de la gente recuerda de Sor Teresa Tambelli es el de la "monja con la campana en la mano" que pasa a través de las estrechas calles del barrio, y, uno por uno, guía a la misa, el catecismo y luego a un buen desayuno en el centro deportivo. 

Durante la Segunda Guerra Mundial, su caridad heroica garantiza la seguridad de miles de pobres. Gracias a su pasión por la educación, aseguró material y espiritualmente la educación de los niños y niñas de todas las edades.  

Bartolacelli (1928-1993), "de enferma a enfermo"

  • Virtudes heroicas de la Sierva de Dios Anna Fulgida Bartolacelli, fiel laica de la Asociación de los Obreros Silenciosos de la Cruz, nacida el 24 de febrero de 1928 en Rocca Santa Maria (Italia) y fallecida el 27 de julio de 1993 en Formigine (Italia).

Anna Fulgida nació en el seno de una familia humilde. Al igual que su hermana Ada, nacida tres años antes, no creció como las demás niñas, debido a un desequilibrio por la falta de calcio en los huesos, lo que debilitó toda su estructura ósea y, como consecuencia, sufrió numerosas y frecuentes fracturas.

Con tan solo 60 cm de altura y sufriendo enanismo y raquitismo, vivió sus 65 años en una pequeña silla de ruedas como una larga prueba, pero siempre en alegre serenidad, sin dejar jamás traslucir su gran sufrimiento

Anna Fulgida nació en el seno de una familia humilde.

Había en ella una constante ansiedad por hacer apostolado: "los enfermos a través de los enfermos". Se acercaba a los que sufrían o a los discapacitados para manifestar la Palabra del Señor, para quitarles el miedo y ayudarlos a descubrir el secreto de la felicidad.

Bajo la guía de su padre espiritual, Don Sergio Ronchetti, Anna logra superar los momentos de mayor desesperación, comprometiéndose cada vez más a "convertirse en la voluntad del Padre" y, a pesar de sus dolencias, los días 18 y 19 de mayo organiza la Convención Diocesana de los Voluntarios del Sufrimiento en Módena, que repite cada año.

Ya casi sorda, aquejada de pericarditis, Anna no se desanima y, tras una última hospitalización, con las costillas atravesándole los pulmones, la Sierva de Dios fallece el 27 de julio de 1993, a la edad de sesenta y cinco años.