Audiencia del Papa: «A veces preferimos seguir enfermos para obligar a otros a ocuparse de nosotros»

"Pidamos al Señor el don de entender dónde se ha bloqueado nuestra vida", propuso el Papa.
El Papa León XIV celebró este miércoles la Audiencia General en la Plaza de San Pedro y habló en su catequesis del paralítico de Betesda.
"Hoy quisiera invitarlos de manera particular a pensar en las situaciones en las que nos sentimos 'bloqueados' y encerrados en un camino sin salida. A veces de hecho nos parece que sea inútil continuar a esperar; nos resignamos y no tenemos más ganas de luchar. Esta situación es descrita en los Evangelios con la imagen de la parálisis", comenzó diciendo el Papa.
Tras introducir el episodio del paralítico, el Papa desgranó las consecuencias que conlleva la desesperanza en la vida de las personas. "Aquello que muchas veces nos paraliza es precisamente la desilusión. Nos sentimos desanimados y corremos el riesgo de caer en la dejadez".
"Jesús dirige a este paralítico una pregunta que puede parecer superficial: '¿Quieres curarte?'. En cambio, es una pregunta necesaria, porque, cuando uno se encuentra bloqueado desde hace tantos años, puede también faltarle la voluntad de sanarse. A veces preferimos permanecer en condición de enfermos, obligando a los otros a ocuparse de nosotros. Es a veces también un pretexto para no decidir qué cosa hacer con nuestra vida".
"Hasta aquel momento el pasado lo ha bloqueado; lo ha obligado a yacer como un muerto. Ahora es él que puede cargar aquella camilla y llevarla a donde quiera: ¡puede decidir qué cosa hacer con su historia! Se trata de caminar, asumiéndose la responsabilidad de escoger cual camino recorrer. ¡Y esto gracias a Jesús!", comentó el Papa.
"Pidamos al Señor el don de entender dónde se ha bloqueado nuestra vida. Intentemos dar voz a nuestro deseo de sanar. Y recemos por todos aquellos que se sienten paralizados, que no ven una salida. ¡Pidamos regresar a vivir en el Corazón de Cristo que es la verdadera casa de la misericordia!", señaló.
La guerra como derrota
Al final de la audiencia, el Papa tuvo unas palabras para las numerosas guerras en las que está inmerso el mundo, y advirtió que "no debemos acostumbrarnos" a ellas.
"El corazón de la Iglesia está desgarrado por los gritos que se elevan desde los lugares en guerra, en particular desde Ucrania, Irán, Israel y Gaza. No debemos acostumbrarnos a la guerra. Al contrario, debemos rechazar como una tentación el encanto de las armas poderosas y sofisticadas", dijo el Papa.
"En realidad, ya que en la guerra actual se utiliza armas científicas de todo tipo, su atrocidad amenaza a conducir a los luchadores a una barbarie de gran profundidad superior a la de los tiempos pasados. Por tanto, en nombre de la dignidad humana y del derecho internacional, repito a los responsables lo que solía decir el Papa Francisco: La guerra es siempre una derrota. Y con Pablo VI, 'nada es perdido con la paz. Todo puede serlo con la guerra'".