Viernes, 03 de mayo de 2024

Religión en Libertad

Iglesia Católica

Reprochamos aquello que nos une y no lo que nos separa

La divina proporción | Madrid | 25 septiembre 2021

Actualmente vivimos una época con frecuentes disputas internas entre hermanos. Desconfianza y dudas, que nos hacen preferir la soledad antes que la amistad. Sanar el cuerpo eclesial no es sencillo. Nadie puede hacerlo con fuerzas humanas. ¿Qué podemos hacer para superar estos momentos oscuros? Sólo Cristo tiene poder para alejar las desconfianzas y sanar las heridas que hemos recibido de otros hermanos en la fe.

Somos crucificados con Cristo ¿Cómo nos comportamos?

La divina proporción | Madrid | 18 septiembre 2021

¿Nos duele lo que sucede a nuestro alrededor? ¿Nos clavan clavos que destrozan manos y pies mientras miran como nos desangramos. La sociedad judía y romana del siglo I no es mejor que la tenemos hoy en día. Es mundo y como tal, nos odia e intenta que desesperemos. Intenta que respondamos como el mal ladrón y no como con la inocencia esperanzada de un niño.

Oremos por el alma de D. Javier Sánchez

La divina proporción | Madrid | 13 septiembre 2021

Su gran humanidad y también, su alto sentido de la santidad, le impulsan a seguir adelante. Encuentra tiempo para escribir a tiempo y destiempo. Lamentablemente una enfermedad fatal le pone todo muy complicado hace unos 4 años.

Señor, Tu eres el Cristo, el Ungido

La divina proporción | Madrid | 11 septiembre 2021

Todos buscamos nuestros intereses y nos olvidamos del sentido de nuestra vida es Cristo. Nos cuesta estar a “las duras y a las maduras”. Buscamos todo tipo de excusas para convencernos a nosotros mismos y a los demás. Si repasamos el episodio evangélico de la Samaritana, veremos lo importante para ella era el trabajo de llevar y traer agua del pozo.

Cumplir la Ley de Dios o las costumbres humanas

La divina proporción | Madrid | 27 agosto 2021

¿Qué llevamos en nuestro corazón, nuestro ser más profundo? ¿Costumbres, convenciones, comportamientos aceptados socialmente? En nuestro corazón debería haber la Ley de Dios y nuestros actos ser reflejo de esta Ley.