Religión en Libertad

Las vidas de los Prevost han cambiado, pero algunas de sus tradiciones se mantienen inalterables

A León XIV le gustan las novelas de Grisham, jugar a Wordle, el dulce Peeps y pepperoni en la pizza

Robert Francis Prevost, hoy el Papa León XIV, junto a su hermano John, a su derecha.

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Con motivo de los primeros 100 días de pontificado de León XIV, uno de sus hermanos, John Prevost, se ha sincerado ante la NBC de Chicago sobre la faceta más humana, familiar y cotidiana del Papa.

En una reciente entrevista concedida a la periodista Mary Ann Ahern, el mediano de los Prevost -tiene un año más que León y sigue a Louis, el mayor de los tres hermanos- se detuvo a reflexionar sobre las costumbres que aún mantiene con su hermano León a pesar del ajetreo del pontificado, sus aficiones e incluso sobre lo que pensarían sus padres, ya fallecidos, al respecto.

“No sé si andarían por ahí presumiendo, porque no eran gente presumida. No creo que vieses a mi madre decir: 'Bueno, mi hijo es el Papa'. No creo que eso pasase”, aseguró John al recordar a su madre Mildred, fallecida en 1990, a los 78 años.

Uno de los fragmentos de la entrevista, en inglés:

"Perfectamente cómodo" y "disfrutando" del pontificado

John Prevost también compartió su consideración de que León “parece estar perfectamente cómodo” y “disfrutar” con el ministerio petrino. Es algo natural para él, agregó.

Muestra de esa naturalidad son determinadas tradiciones familiares que se han mantenido intactas en los primeros 100 días de pontificado, como la de hablar a diario por teléfono con su hermano John o practicar con icónicos juegos de palabras.

“Hacemos el Wordle, el Words with Friends... Ahora suelo preguntarle: '¿A quién famoso conociste?'”, enfatizó John, que menciona cómo intercambia con el pontífice chistes y bromas o comentarios sobre la actualidad global. “Nos recuerda que debemos tener cuidado con los medios”, dijo John.

Entre otros aspectos más "cotidianos" y anecdóticos, John Prevost también revela que el Papa mantiene buena parte de sus gustos, es fan de los thrillers de John Grisham, su dulce favorito es Peeps y su ingrediente favorito para la pizza es el pepperoni.

Vivir siendo hermano del Papa: llamadas, paradas en la calle...

Pero aunque se mantengan determinadas tradiciones, la elección también ha supuesto drásticos cambios en el día a día no solo del pontífice, sino también de sus hermanos.

“Ha sido un proceso continuo. La gente sabe quién soy cuando me ve. Parece que piensan que me parezco a él”, aseguró Prevost, admitiendo que existe “un parecido familiar, así que ha sido un proceso continuo. Algunas cosas buenas, otras un poco tristes… Muchas inesperadas”. Entre ellas, destaca recibir “a diario” peticiones de oración, muchas de ellas por familiares o enfermos cercanos que esperan un milagro o que las plegarias de la familia del pontífice sean escuchadas. Por su parte, trata de que cada oración, petición y súplica llegue a su hermano. 

Entre otros cambios en su rutina, John Prevost aborda la multitud de llamadas que recibe cada día en su teléfono.

“Ya no contesto a menos que sepa quién es”, apunta.

¿Visitará su Chicago natal?

Otra de las preguntas que sobrevuelan a la familia es si el pontífice planea regresar a su Chicago natal, lo que John ya le ha pedido a su hermano.

“Lo único que sabemos con certeza es que estará aquí para mi funeral", dijo Prevost, actualmente sin problemas de salud. "Pero pregunté, porque decían que nunca podría regresar y dije: 'Voy a averiguarlo'". León le respondió con el mismo tono de broma: "Puede que tengan que mantener el cuerpo en hielo por un tiempo, pero lo lograré".

Por el momento, la familia Prevost y algunos de sus conocidos tendrán que conformarse con la visita que planean tener a Roma a finales de otoño, con motivo del 70 cumpleaños del pontífice este 14 de septiembre.

"La Iglesia está en buenas manos"

Preguntado por sus expectativas sobre el futuro de la Iglesia con su hermano al frente, John Prevost se mostró seguro y confiado.

“Definitivamente creo que la Iglesia está en buenas manos. Lo que la gente no sabe es que se está tomando esto muy en serio. Puede que no lo parezca, se le ve disfrutando, pero esto es una gran carga sobre sus hombros y está rezando por el mundo”, agregó.