Religión en Libertad

Durante décadas también ayudó en el Colegio Mater Salvatoris de Madrid

Muere con 92 años Serafín Sedano: capellán y confesor de la Casa Real, trabajó hasta hace unos meses

Su participación se extendió a momentos más dolorosos, como el responso por Erika Ortiz, hermana de Letizia.efe

Publicado por

Creado:

Actualizado:

xml.err

Serafín Sedano, el que fuera capellán y confesor de la Casa Real española durante décadas, falleció este miércoles a los 92 años de edad. Fue también durante años capellán del colegio madrileño Mater Salvatoris.

Sedano se había retirado formalmente de sus funciones hace apenas unos meses. En una carta que dirigió al rey Felipe, Serafín anunció su retiro, citando problemas de salud propios de la edad y solicitando que se designara un sucesor para su cargo.

Serafín Sedano se convirtió en una figura crucial en numerosos acontecimientos importantes de la familia real. Ejerció como asistente del cardenal Rouco Varela en los bautizos de las princesas Leonor y Sofía, así como de su prima Irene Urdangarin.

Responsable de las misas dominicales

A pesar de su papel esencial en estos eventos, su presencia a menudo pasó desapercibida, en parte debido a su discreto desempeño y su respeto por la privacidad, algo que él mismo solicitó en su carta de despedida a los vecinos de El Pardo, junto con disculpas por cualquier error cometido.

Hasta su retiro el verano pasado, Serafín Sedano fue responsable de oficiar las misas dominicales en Zarzuela, un acto al que asistían regularmente, siempre que la agenda lo permitía, la reina Sofía, la princesa Irene de Grecia y el rey Felipe.

La relación de Serafín con la familia Borbón, y en particular con los Borbón y Grecia, trascendía sus obligaciones religiosas y se extendía al ámbito personal. En una entrevista concedida a El diario montañés durante una visita a Cantabria con la familia real, él mismo explicó que su vínculo con la familia real “va más allá de lo religioso, hay una relación humana”.

Su participación se extendió también a momentos más dolorosos y solemnes, como el responso por Erika Ortiz, hermana de la reina Letizia, tras su fallecimiento, reflejando el profundo vínculo de confianza y cercanía que compartía con la familia real.