Un sacerdote, asesinado por milicianos en Sudán: «Fue imposible evacuarlo, la ciudad está asediada»
La ciudad lleva casi dos años asediada por las Fuerzas de Apoyo Rápido, milicias paramilitares.
El sacerdote Luka Jomo falleció este viernes en El Fasher, capital del Estado de Darfur del Norte en Sudán, durante un ataque de las milicias paramilitares contra esta ciudad bajo asedio desde abril de 2023.
Según informa Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN), el padre Luka es el primer sacerdote que muere asesinado durante la actual guerra civil en Sudán.
Dos años asediada
"La causa de la muerte ha sido una bala perdida que se llevó su vida y la de dos otros jóvenes. Unámonos en oración para pedir a Dios Padre que sus almas descansen en paz", escribe en un comunicado Abdallah Hussein, vicario general de la Diócesis de El Obeid (Sudán).
La ciudad lleva casi dos años asediada por las Fuerzas de Apoyo Rápido, milicias paramilitares. Tienen la ciudad sitiada a pesar de que las Naciones Unidas han solicitado que pueda llegar ayuda humanitaria, pero las milicias no lo han permitido.
El sacerdote ha muerto después de varios intentos para que fuera evacuado: "Desde enero intentamos ayudar al P. Luka a salir de allí, pero era imposible abandonar esa ciudad totalmente rodeada por las milicias", lamentan a ACN.
En enero, Yunan Tombe, obispo de El-Obeid, explicó a ACN que "todas las escuelas musulmanas cerraron después de que un proyectil matara a 35 niñas en una escuela de la ciudad". A pesar de todo, "la Iglesia católica local tiene en funcionamiento seis guarderías, seis escuelas primarias y una escuela secundaria en El-Obeid, y estas son las únicas instituciones educativas que permanecen abiertas".
La ciudad de El-Obeid, que en 2008 tenía unos 358.000 habitantes, está en manos de militares sudaneses, y desde el 15 de abril de 2023, está completamente asediada por milicias paramilitares, las llamadas "Fuerzas de Apoyo Rápido".
Aunque muchos cristianos lograron escapar, en la ciudad se quedaron unas 300 familias, formadas sobre todo por ancianos, mujeres y niños, pero también por otras personas que habían escapado de Jartum y estaban de paso cuando comenzó el asedio.
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