En el Domingo de Pascua, en muchos lugares de España y el mundo hispánico se celebran procesiones del Encuentro, cuando Cristo Resucitado se aparece a la Virgen María para consolarla, un episodio que no está en la Biblia ni es doctrina de la Iglesia, pero que la devoción popular ha querido imaginar y plasmar en el arte. En muchos lugares prima el color blanco que transmite alegría y la victoria luminosa de Cristo.
En este caso, se trata de la procesión de Cuenca de Nuestro Señor Jesucristo Resucitado y María Santísima del Amparo, imágenes que se separan para confluir en la Plaza de la Constitución.
Tras el momento del Encuentro, la camarera de la Virgen despojó a la Madre del manto de luto para dar paso al verde esperanza, se realizó la suelta de palomas y sonó el Himno Nacional. Abrió el desfile la Banda de Trompetas y Tambores de la Junta de Cofradías. Lo cerró la Banda de Música de Cuenca.
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