Religión en Libertad

Hermoso filme  de Angel Studios sobre adopción y comunidad, basado en una historia real

En la película «Sonido de Esperanza» enseñan cómo se derriba «el reino de Satán»

Sonido de Esperanza, de Angel Studios, es una historia sobre adopción, perseverancia y comunidad cristiana

Sonido de Esperanza, de Angel Studios, es una historia sobre adopción, perseverancia y comunidad cristianaangel studios

Pablo J. Ginés
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Desde el 20 de junio está en los cines españoles Sonido de Esperanza, una película de Angel Studios (la productora de Sound of Freedom) sobre el caso real de una comunidad negra de familias cristianas que se volcaron en adoptar generosamente niños en los años 90.

Las cifras, edificantes, las dan al final y se cuentan en un dossier. Fueron 22 las familias, de clase trabajadora tirando a humilde, que adoptaron a 77 niños, muchos de ellos golpeados por todo tipo de heridas físicas y emocionales.

En sus casas de madera en los bosques de pinos de Texas de Possum Trot, su generosidad fue sometida a duras pruebas. Se apoyaron en Dios, pero también entre ellos, en una red cercana de comunidad auténtica entre familias que aún perdura. Ese es el tema central del filme: vale la pena escuchar el impulso de Dios para ser generoso, pero ayudándose entre muchos y de cerca.

Adultos que buscan conectar con niños heridos

Es una película emotiva y edificante, que sin duda anima a la generosidad. También plantea que esa generosidad requiere tenacidad y apoyo. Los actores hacen un gran trabajo, pero es especialmente meritoria la dirección de actores con los niños y adolescentes. Cada niño hace una gran interpretación. Después de todo, el núcleo del conflicto es el esfuerzo de los adultos para conectar con los niños.

Algunos espectadores recordarán la película Marca de Vida, una película hermosa de 2023 sobre la adopción, pero aquella se centraba más en el lazo entre familia adoptante y las madres que entregan al niño, mientras que aquí el protagonismo es de toda una comunidad que aprende a ser acogedora.

Como en Sound of Freedom, en Sonido de Esperanza se busca despertar al espectador en la responsabilidad respecto a los menores abandonados. 

Los protagonistas son el predicador WC Martin y su esposa Donna. Ella se crio con 15 hermanos en una cabaña de campo. La madre de Donna va a la iglesia con ellos, y reza por cada uno de sus hijos contemplando cada foto. Cuando la anciana muere, Donna cae en depresión. Ni la oración ni su familia pueden sanarla, hasta que visita la casa vacía de su madre y ve unos niños jugando en el campo.

Entiende que Dios le pide -como hacía su madre- abrirse a más niños y adoptar. Ya tiene una hija y también un hijo con parálisis cerebral. Hay una escena en que vemos que solo eso ya da muchos problemas. Pero Donna y Martin se abren a adoptar, y también la hermana de Donna, y luego más y más miembros de la congregación. 

Muchos espectadores recordarán la película sobre Madre Cabrini de Angel Studios: también allí una mujer tenaz se lanzaba a acoger a más y más niños y pobres sacados de las calles. 

Poca música, más exhortación que predicación

Se trata de una iglesia evangélica baptista, tirando a pentecostal. Pero quien busque mucho gospel y música praise & worship encontrará poca aquí. La música es parte cotidiana de la oración de estos cristianos, también en su casa, pero la película no se recrea en ella.

Sí hay cuatro o cinco escenas de predicación en la capilla. El pastor habla de lo que a él mismo le desconcierta, con sus fragilidades, y de lo que Dios propone en la Biblia. "¿No tienes dinero para adoptar, me dices? Tampoco José y adoptó al Hijo de Dios, que nació en un pesebre. ¡Y una egipcia adoptó a Moisés! Dios nos pide abrazar a los vulnerables. Jesús no dijo: 'la vida será fácil'. ¿Nos ayudaréis a sacar niños del arroyo?" 

El reverendo Martin usa unas túnicas coloridas y estrambóticas en sus servicios religiosos, pero tiene un don para animar a la adopción

El reverendo Martin usa unas túnicas coloridas y estrambóticas en sus servicios religiosos, pero tiene un don para animar a la adopciónangel studios

La exhortación anima a los feligreses y se lanzan a ello. Una asesora social explica que en Texas el 70% de los niños en adopción o acogida temporal lo están por problemas de simple pobreza: si no pagas para exterminar las chinches, los bichos pican a los niños y no se puede estar en la casa. Muchos, directamente, están sin casa. Pero hay otro 30% en circunstancias peores: familias drogadictas, violencia continuada, adultos que prostituyen niños...

Las familias se lanzan con buena intención a acoger niños, pero en pocos meses se sentirán superadas. Las facturas se acumulan. Sus casas se deterioran con más niños. Y las relaciones, el cansancio... Y muchos niños llegan con traumas y heridas emocionales. Los hijos naturales chocan con los adoptados. No es sólo difícil: al nivel que ellos se lanzan, es heroico.

El pastor Martin es bastante manitas y buen electricista pero llega el momento en que los arreglos caseros no alcanzan. Acude a pedir ayuda a una megaiglesia evangélica cercana. 'Vida Abundante va al Caribe', anuncian allí. El nuevo sistema de sonido cuesta un dineral. Regañan a Martin por haberse lanzado a adoptar sin calcular bien. El actor que interpreta al tibio pastor de la megaiglesia es el mismo director de la película, Joshua Weigel. El pastor Martin, acuciado por las deudas, responde, mirando el edificio: "Yo también tengo una Biblia y no dice nada de grandes escenarios".

Donna, con 6 niños ya en casa, llora desesperada, al pensar que no consigue hacer honor a su madre, que crio 16.

El reverendo Martin ve a sus vecinos y feligreses desanimados. "Las cargas son más ligeras compartidas", les dice. "Agarremos la cruz y sigamos adelante. Ayudad a vuestros hermanos. En nuestra flaqueza crece la fuerza de Dios", insiste. Y cambia la actitud: se visitan más unos a otros, rezan juntos en casas, se dejan los niños. Ya no batalla cada uno su drama con las puertas cerradas, sino apoyándose en los demás. No es solo un reto de familia, sino de comunidad de familias.

Hay un monumento fuerte cuando en la capilla cantan que van a derribar el reino de Satán. No definen ese reino, pero sabemos a qué se refieren: lo hemos visto en las fotografías de niños apaleados, de niños prostituidos, de niños con familias rotas. Ese es el reino de Satán, y se destruye construyendo familias y comunidad.

Terry intuye que necesita nacer de nuevo

De los niños con heridas, destaca el caso de Terry, una chica que quizá sufrió la prostitución o la vio de muy cerca. Su madre le daba puñetazos. Busca desesperadamente ser querida y valorada, viste provocativa y llega a ofrecerse a los chicos del colegio.

Terry sabe que necesita nacer de nuevo. La película lo expresa antropológicamente, ella recurre al agua. Pero el espectador cristiano(católico o protestante) pensará que es insuficiente. El bautismo es algo que imparten unos cristianos a otras personas, en nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. No se muestra bien en el caso de Terry. 

Terry es una de las niñas más conflictivas de Sonido de Esperanza, la película de Ángel Studios

Terry es una de las niñas más conflictivas de Sonido de Esperanza, la película de Ángel Studiosangel studios

La película, además, aunque es buena mostrando a cristianos que son hermanos, que se aman y perdonan entre ellos, no recoge el poder sanador del perdón a los que nos dañaron y se alejaron. Falta el poder de ese "dejar ir" perdonando.

"El amor nunca se rinde, perdona, y por ahí empieza todo, perdonando", dice Donna a Terry. Pero se refiere a la relación entre ellas, no a los que la dañaron en su pasado terrible.

Desde un punto de vista católico, no hay nada que objetar a nivel teológico. Pero nos puede parecer que los feligreses tienen ciertas carencias para lo que van a afrontar. Espiritualmente se apoyan en una alabanza fuerte a Dios y en los Salmos, que rezan con naturalidad en casa o en la capilla. ¡Ambas cosas son poderosas!

Pero llegan niños muy heridos, muchos padres pierden los estribos y se dicen cosas duras.

Los católicos enseguida recurrirían a la Confesión, a la cercanía sanadora de Cristo en la Eucaristía y a María como Madre siempre cercana. ¡El mismo WC Martin predica sobre José! Y quizá la oración de sanación emocional podría haberles ayudado. Lo que se propone aquí es, sobre todo, el amor paciente, que también es sanador. Les vemos rezar sobre los adultos, pero no sobre los niños.

También se pierde la oportunidad de recordad que, en realidad, todos los cristianos son adoptados, hijos adoptados por Dios Padre, porque solo Cristo es hijo natural, y el mejor hermano que se puede tener.

Sobre la necesidad de abrirse y ser generoso, nos insisten: "No sabes que tienes fe hasta que algo más grande que tú la pone a prueba".

La película recoge al final imágenes reales de los protagonistas en nuestros días. Los casi 80 niños han crecido y tienen sus propias familias. No todas son idóneas, pero sí están unidos. Muchos siguen viviendo cerca de la capilla. El reverendo Martin y su esposa recorren EEUU animando a la gente a ser generosa y adoptar o acoger. La película nos recuerda que cien mil niños en EEUU esperan ser colocados por el sistema de adopciones del país.

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