En Sevilla, calle santa Ángela de la Cruz esquina con el Cielo

Continúan las Jornadas Martiriales que en su trece edición llegan a su segundo día. Ayer así lo contaba ABC, Diario de Sevilla, y en El Debate. Hoy comenzamos tras el desayuno y el rezo de laudes de los Jornalistas que tienen como residencia la Casa de las Comendadoras del Espíritu Santo, una orden fundada en el siglo XII por el beato Guido de Montpellier bajo la regla de San Agustín. Tienen como fin la oración y la caridad. En el siglo XVI compran unas casas contiguas al convento para fundar el colegio de las Niñas Nobles que hubieran pasado a la pobreza. Durante el siglo XVII se realizaron importantes reformas. Sobrevivió durante el siglo XIX a la invasión francesa y a la desamortización. En los años 70 del siglo XX se transformó en Colegio de primaria y en la actualidad es una Casa de Espiritualidad «Sancti Spiritus» con 44 habitaciones.

Desde allí nos hemos dirigido a una calle como antesala del Cielo, como titulaba en un artículo para el Diario de Sevilla, Luis Carlos Peris. Porque en la capilla "de los santos" dentro del convento de la Compañía de la Cruz se encuentra el cuerpo incorrupto de santa Ángela de la Cruz, santa María de la Purísima de la Cruz -hoy mismo se cumplía el décimo aniversario de su canonización- y el beato José Torres Padilla... ha celebrado la santa misa el obispo auxiliar de Madrid, monseñor Juan Antonio Martínez Camino... y hemos estado por la propia misa y en esa capilla: ¡como en el Cielo!

El Sr. Obispo ha dado a besar la reliquia de santa Ángela al final de la misa. Después hemos regresado al Real Círculo de Labradores donde monseñor Martínez Camino ha dado su conferencia con el tema: El martirio, encarnación suprema del Evangelio de la esperanza.

Nos avisa don Juan Antonio que podemos leer aquí el marco central de la conferencia que nos ha dado, salvo las adaptaciones que ha hecho para nosotros, por ejemplo, citando el testimonio martirial de dos jesuitas que alcanzaron la palma del martirio en 1934 o de dos franciscanos de Consuegra que lo fueron en Madrid en 1936 y algunas otras aplicaciones para nuestro tema.

Aprovechamos también para dar a conocer su último libro: Los 39 mártires de 1934 en España. Con los santos de Turón a la cabeza. La revolución de 1934 causó los primeros 39 mártires del siglo XX en España. Este libro ofrece el primer panorama completo de esos testigos de Jesucristo. Los más conocidos son los santos Mártires de Turón y los beatos Seminaristas mártires de Oviedo. Murieron perdonando. Fueron víctimas ese ídolo moderno llamado Progreso, que sigue desorientando tantas vidas y amenazando la convivencia. Su memoria estimula la reconciliación y nutre la esperanza que no defrauda.

Uno de los mártires de 1934 tenía sobre su mesa el crucifijo que ilustra la cubierta. Había grabado al dorso las palabras del Maestro: «amad a vuestros enemigos; haced bien y prestad sin esperanza de recibir nada por ello; y será grande vuestra recompensa y seréis hijos del Altísimo, porque Él es bueno aun para los ingratos y malos». Está publicado en Ediciones Encuentro.

Y aquí la entrevista en El Debate: