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Espiritualidad Católica - Nueva Evangelización

Comuniquemos Paz y Esperanza

Comentario a San Agustín. Tratado sobre el Evangelio de San Juan 44, 5

Tratado del Evangelio de San Juan 44, 5

Tratado del Evangelio de San Juan 44, 5Néstor Mora N.

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No demos entrada a la congoja los que ahora vivimos y, si es posible, transmitamos a los que han de venir la absoluta seguridad en estas palabras: "Yo estoy con vosotros hasta la consumación de los siglos" (TEJ 44,6) 

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San Agustín lanza una flecha que incide de forma directa en la causa de la tristeza, la angustia o la aflicción en el momento que vivimos. ¿Quién no se ha sentido triste y desorientado por causa de todo lo que nos presiona. Nos dice que no dejemos que las preocupaciones o los problemas nos abrumen. Cuando nos sintamos desorientados, con incertidumbre, la Esperanza será la flecha que abata el germen de la tristeza.

Nos dice que "si es posible, transmitamos a los que han de venir la absoluta seguridad en estas palabras", añade una dimensión de legado y trascendencia. No solo se trata de nuestra propia actitud, sino de la responsabilidad de inculcar esa misma certeza y seguridad a quienes veamos abatidos y también a las generaciones futuras. Lo que vivimos y creemos hoy tiene un impacto directo en cómo las personas del mañana enfrentarán la vida. Es un acto de fe que proyecta la esperanza hacia el futuro. Es una invitación a ser pilares de confianza para quienes vendrán.

Nos recuerda las palabras de Cristo: "'Yo estoy con vosotros hasta la consumación de los siglos'". Estas palabras son el corazón de Evangelio (Buena Noticia) y la fuente de esa "seguridad" que tanto necesitamos. Nos habla de la Roca sobre la que debemos edificar nuestra vida. Nos presenta una promesa de presencia trascendente y apoyo incondicional.

Reseñemos que esta promesa trasciende el tiempo, para convierte en el ancla para la Paz presente y la Esperanza futura. A pesar de las dificultades y los cambios, hay una constante, un soplo divino permanece. Una certeza que permite cerrar la "entrada a la tristeza". Esto es para cada uno y también, parte fundamental de la misión evangelizadora que debemos transmitir.

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