Notas para el señor Pérez Rubalcaba (I)

No me considero periodista (que no lo soy), pero sí me gusta estar al día, estando incluso fuera de España, de lo que acontece en mi país. Como obispo, me alegro y sufro con lo que va sucediendo.

De entrada, recuerdo unas palabras que dijo el Papa a los periodistas en el avión que le trajo a España y que parece que no gustaron mucho en ciertos ambientes, entre ellos en el que el señor Rubalcaba se mueve: "España fue siempre, por una parte, uno de los países donde se originó la fe", y añadió: "Pero es obviamente cierto que en España también nació un laicismo, un anticlericalismo, un secularismo fuerte, agresivo, como lo vimos en los años treinta. Y esta disputa, este enfrentamiento entre fe y modernidad se realiza hoy de nuevo de modo muy vivaz en España". Son palabras que dolieron a muchos dirigentes socialistas.

Pero es que es así; para convencerse de ello sólo hay que abrir los periódicos o ver objetivamente los hechos. Dios ha desaparecido del lenguaje social; y aparece muchas veces en plan de ofensa, burla, desprecio. Claro, sólo en algunos medios y a veces, respaldados por las autoridades. Seguro que muchos de algunos partidos políticos hasta desearían volver a los años treinta.

El Señor Rubalcaba parece que está molesto por algunas de las primeras iniciativas legislativas del Gobierno del PP, en las que ve recortes de derechos sociales, como reformular a la baja los supuestos para abortar o la supresión de la asignatura de Educación para la Ciudadanía. Y quiere "Un país en donde todas las religiones sean tratadas con respeto, pero ninguna con privilegio, un país donde ningún poder no democrático imponga su moral y su doctrina, y enfatizó: ¡un país laico, compañeros, laico!". También amenazaba: si el PP sigue legislando como ya ha empezado, el PSOE se replanteará seriamente la revisión de los acuerdo con la Santa Sede, ¡seriamente, seriamente!".

Pero, Sr. Rubalcaba, ¿Me podría Ud. decir qué tiene que ver el Concordato con la Santa Sede con que la legislación que se va haciendo, sea o no, de su gusto? Rompa Ud. si quiere sus relaciones con el PP y déjese de historias. No sé de sus intenciones, pero no olvide que su actitud va empujando hacia el treinta y seis. No lo olvide. Ya lo apuntó el Papa, como acabo de citar.

Voy a reflexionar en voz alta y quiero señalar tres puntos:
Primero: Lo que está haciendo la Iglesia.

Segundo: La familia.

Tercero: El aborto.

Primero: Lo que está haciendo la Iglesia.

Hace unos meses leí un artículo en este mismo blog, firmado por “los tres mosqueteros”, en el que se citan una serie de acciones de la Iglesia en favor de los ciudadanos, acciones de las que ya quisieran poder alardear muchos sectores y organizaciones.

E indican toda una serie de actividades de la Iglesia en favor de gente pobre y necesitada; por ejemplo:

La educación de un millón y medio de estudiantes en los colegios concertados, más barata que la educación pública.

La atención a marginados, extoxicómanos y otros sectores excluídos de la sociedad en los 365 centros de reeducación para este fin.

Atención a docenas de miles de personas necesitadas en los comedores y albergues de religiosos y de parroquias y obispados.

El cuidado de veinticinco mil niños y adolescentes en los novecientos orfanatos de la Iglesia.

La conservación, cuidado y atención diaria de miles de iglesias, conventos, catedrales y demás edificios de uso turístico, además de religioso; todos ellos parte del patrimonio nacional.

El cuidado de miles de minusválidos, enfermos terminales y el 75% de los enfermos de SIDA de este país en los cien hospitales y mil centros de atención ambulatoria y de acogida religiosos, con un total de 51.000 camas.

Además, todas las obras asistenciales llevadas a cabo por miles de voluntarios en las obras promovidas por Cáritas, Manos Unidas y Obras Misionales Pontificias. Con el ahorro de todo ello para el Estado en una cantidad imposible de estimar, y que el autor cifra en unos 56.945 millones de euros.

¿Cuánto le costaría al Estado pagar sueldos y seguros de quienes trabajan gratuitamente en estos y otros servicios sociales y de beneficencia? ¿Qué otras entidades o asociaciones civiles pueden ofrecer unos servicios como éstos? ¿Le han dado Uds. alguna vez gracias a la Iglesia? Sí, a la Iglesia ¿por qué no? Y no es que la Iglesia busque ese agradecimiento; no le importa, aunque a los pobres sí les importa que los gobernantes vivan más pendientes de ellos y que no critiquen a quien hace tanto por ellos.

En el siguiente artículo hablaremos de los otros dos puntos.

José Gea