La Santa Sede ha confirmado el nombramiento de un nuevo obispo chino que se enmarca en el acuerdo provisional firmado con la dictadura china, y que por tanto tiene el visto bueno tanto de Roma como de Pekín.

Se trata de Thomas Chen Tianhao, y que a partir de ahora será el obispo de la diócesis de Qingdao. Así lo confirmó el propio director de la Oficina de la Santa Sede, Matteo Bruni, que dijo que podía confirmar que  “es el tercer obispo nombrado y ordenado en el marco del Acuerdo Provisional entre la Santa Sede y la República Popular China sobre la designación de obispos".

Por otro lado, Matteo Bruni añadió que también podía añadir que “ciertamente se planean otras consagraciones episcopales en el futuro porque están en marcha varios procesos para nuevos nombramientos episcopales".

Una persecución que continua

El pasado 22 de octubre, la Santa Sede renovaba el acuerdo provisional con China para el nombramiento de obispos, y lo hacía por dos años más, momento en el que se volverá a revisar.

"La Santa Sede, considerando que el comienzo de la aplicación del mencionado Acuerdo – de valor eclesial y pastoral fundamental – ha sido positivo, gracias a la buena comunicación y colaboración entre las partes en la materia acordada, se propone continuar el diálogo abierto y constructivo para promover la vida de la Iglesia católica y el bien del Pueblo chino", explicaba el Vaticano en un comunicado.

Los críticos al acuerdo señalan que durante estos dos años China no ha dejado de perseguir a las comunidades católicas clandestinas, ha encarcelado sacerdotes, mantiene obispos bajo arresto domiciliario, bloquea el acceso a santuarios y peregrinaciones y ha reforzado sus prohibiciones contra toda catequesis a niños y adolescentes.

También señalan los críticos que Roma ha legitimado la ordenación de algunos obispos claramente indignos, poco piadosos y absolutamente dóciles al control de las autoridades comunistas. Como el país es tan grande, los niveles de persecución son distintos en distintas regiones.