El boletín de la Oficina de Prensa de la Santa Sede informó este sábado del nombramiento de monseñor Patrick Descourtieux como jefe de la sección que gestionará en la Congregación para la Doctrina de la Fe los asuntos propios de la Comisión Ecclesia Dei, suprimida el pasado 17 de enero. Esta sección llevará pues presumiblemente los contactos doctrinales que puedan producirse en el futuro con la Hermandad de San Pío X.

Al suprimir la Comisión, el Papa entiende que las comunidades acogidas al motu propio Summorum Pontificum, que liberalizó la misa tradicional, "han encontrado hoy una estabilidad de número y de vida" y por tanto ya no tiene objeto dicho organismo, creado por Juan Pablo II en 1988 para acoger a los sacerdotes y comunidades disconformes con las consagraciones episcopales realizadas aquel año por el arzobispo Marcel Lefebvre (1905-1991).

Monseñor Descourtieux, francés, trabaja desde 2010 en la Congregación para la Doctrina de la Fe, donde oficiaba como segundo de a bordo en la Comisión Ecclesia Dei. Es un buen conocedor de la Curia Romana, donde ha desempeñado cargos desde 1989, tras ser ordenado sacerdote en 1986. Estuvo en la Secretaría de Estado, y luego fue siete años rector de la iglesia de la Trinità dei Monti, el imponente templo que domina la Plaza de España en lo alto de su célebre escalera.

Es un excelente músico y fue durante cinco años organista de la iglesia de San Luis de los Franceses en Roma. Experto en Patrística, impartió clases en el Agustinianum, Pontificio Instituto de Patrística dependiente de la Universidad Lateranense. Luego volvió a París, conde fue capellán de Notre Dame, en cuya Escuela enseñó también patrística.

Monseñor Descourtieux conoce bien la liturgia tradicional, a la que abrió las puertas como rector de Trinità dei Monti en Roma. En París fue uno de los sacerdotes delegados por el arzobispo para oficiar misa tradicional en función de las necesidades de los fieles.

Considerado un hombre discreto y cortés y con acceso directo al Papa Francisco, Descourtieux ha procurado siempre ayudar al conjunto de las comunidades que celebran la misa tradicional, y ha tejido una red de buenas relaciones con la Hermandad de San Pío X, siendo especialmente favorable a su reconocimiento canónico.